El VAR llegó para quedarse. Es válido quejarse por la manera en la que se aplica, el protocolo que emplean los árbitros al revisar jugadas o la demora que se produce por su utilización, pero es en vano pedir que desaparezca porque eso no pasará. El "nuevo" fútbol va de la mano con la tecnología. Lo que sí deberán hacer las principales asociaciones arbitrales de todo el mundo es mejorar su uso porque todavía deja mucho que desear, sobre todo en el fútbol argentino. 

 

 

La Conmebol utiliza la tecnología hace ya algunos años en sus torneos (Copa Libertadores y Sudamericana) pero solo en la instancias finales, por una cuestión de logística y presupuesto. Todos los clubes que llegaron hasta partidos decisivos en alguna de las competencias seguro guarden algún recuerdo no tan alegre con el VAR, como River en los octavos de final de esta edición (una mano inexistente de Suárez que se sancionó lo terminó dejando afuera).

 

A partir de 2023, la Copa Libertadores, Copa Sudamericana y Recopa Sudamericana contarán con el VAR en todas sus instancias, incluidas la fase de grupos y las rondas preliminares. Así lo anunció la Conmebol en un comunicado: "....lo decidió el Consejo de la Confederación, reunido en Luque, al comprobar que existen las condiciones técnicas y logísticas para aplicar esta medida y examinar las propuestas de las empresas proveedoras que participaron de la licitación".

El propio ente sudamericano es quien se hará cargo de los gastos que implica la instalación de la tecnología en todos los estadios que vayan a ser sedes de partidos de Libertadores y Sudamericana. River todavía no está clasificado, pero si logra un empate con Platense mañana en el Monumental se meterá en la fase de grupos directamente sin depender de nadie y convivirá con la tecnología desde el principio, tal como ya lo hace en el fútbol argentino.