Lucho González fue otro de los protagonistas de las charlas en cuarentena de La Página Millonaria en Instagram. Desde Curitiba, el volante de Paranaense repasó sus dos etapas con la camiseta de River, las anécdotas con el Chacho Coudet, su relación con los técnicos que lo dirigieron (Manuel Pellegrini, Leonardo Astrada y Marcelo Gallardo), los títulos conseguidos y también habló de su futuro: el retiro que imagina en Brasil y el siguiente paso en el fútbol como entrenador.
Durante uno de los tramos de la entrevista, el futbolista que se inició en Huracán y es ídolo del Porto de Portugal contó cómo se gestó su regreso a Núñez en 2015. "Con Marcelo ya habíamos conversado en enero, antes de empezar la Libertadores, pero yo tenía un problema para salir de Qatar: el club no me dejaba ir y no había posibilidad de rescindir el contrato. Pero después cuando me liberé en junio, se dio todo muy rápido", recordó sobre su incorporación durante el resceso que tuvo la Copa entre los cuartos de final y la semifinal, momento en el que llegaron otros refuerzos como Alario, Saviola, Viudez y Bertolo.
Lucho explicó que la gran razón para vestir otra vez la banda roja fue que "me había quedado una espina con la Libertadores. Eso pesó para volver. Quería ganar la Copa, no sólo por lo del 2004 sino también por la siguiente que quedamos eliminados contra San Pablo". En ambas semifinales había tenido su protagonismo. Contra Boca en 2004 hizo un golazo en la revancha, que luego River cayó por penales. Y contra los brasileños, en 2005, sufrió con un penal que cometió en el partido de ida en el Morumbí. Pero la historia cambió en 2015 siendo titular en ambos partidos contra Guaraní y entrando los últimos minutos en las dos finales frente a Tigres.
"Haber ganado la Libertadores es algo único. El otro día me puse a ver la final en mi casa y me emocioné. Uno se siente parte del comienzo de este ciclo de Marcelo en el que se consiguieron cosas extraordinarias", confesó Lucho y reiteró que su decisión de salir un año más tarde de esa conquista fue en buenos términos con el Muñeco: "Él me había dicho que yo iba a ser más importante jugando 20 minutos que 70. Y cuando vi que no estaba teniendo ni esos minutos, busqué otra opción. Estuve unos meses sin entrenar y hasta pensé que me iba a retirar. Pero surgió lo de Paranaense y me vine para acá".
"Haber ganado la Libertadores es algo único. El otro día me puse a ver la final en mi casa y me emocioné".
