José Salomón Rondón Giménez nació el 16 de septiembre de 1989 en Catia, Caracas. Su madre, Maitana Giménez, se desempeñaba como ama de llaves, mientras que su padre, José Rafael Rondón, trabajaba como profesor de química. Tiene dos hermanos y él es el del medio. Su familia también está compuesta por su mujer y dos hijos.

El pequeño Salomón creció en un hogar de clase media en el que se respiró fútbol desde siempre. Cuentan sus familiares que dormía abrazado a una pelota que le habían regalado y que sus primeros ídolos fueron dos cracks brasileños: Rivaldo y Ronaldo. Tenía apenas 4 años cuando comenzó a sellar un vínculo muy fuerte con el balón.

Sus comienzos en el fútbol fueron en la escuela, donde luego de una charla entre una de sus maestras y su madre, le autorizaron a jugar en uno de los patios. Allí inició su camino con la pelota y llegó la obtención de sus primeros trofeos. Unos años más tarde se inscribió en el club juvenil de su ciudad, San José de Calasanz.

En segundo año de la secundaria, Salomón Rondón tomó la decisión de hablar con su padre para abandonar los estudios y dedicarse de lleno al fútbol. Y a los pocos días fue a probarse al club Deportivo Gulima, donde quedó exitosamente. Salomón se destacó muchísimo en las juveniles y no tardó mucho en ser observado y fichado por el club Aragua, donde iba a debutar en la Primera División de Venezuela con tan solo 17 años. Además en esa primera temporada consiguió la distinción del mejor juvenil en la liga local.

El salto al fútbol europeo

Tan solo un año después del debut, en agosto del 2008, fue fichado por Las Palmas de España, donde estuvo hasta el 2010 y fue una de las piezas claves para que el humilde equipo pudiera sostenerse en la máxima categoría. Y desde allí dio el salto al Málaga, que pagó 3,5 millones de euros e incluyó una cláusula de rescisión de 20 millones de la moneda europa. Allí fue compañero de Martín Demichelis en el plantel.

Luego de una gran temporada 2010-11 en Málaga, donde convirtió 14 goles en el certamen, llegaría su paso por Rusia. Primero en el Rubin Kazan y posteriormente en el Zenit, equipo que lo compró en 18 millones de euros, en lo que fue la transferencia más costosa de un futbolista venezolano en la historia. Alli fue campeón local y segundo goleador de la liga, con 12 tantos.

Un Gladiador en la Premier

En agosto del 2015 llegó su primera experiencia en la Premier. El West Bromwich lo fichó por 17 millones de euros, cifra récord para la historia del club. Allí jugó 108 partidos y marcó 23 goles. Pese a su buen andar, no logró evitar la pérdida de categoría de su equipo. Luego fue a Newcastle, donde fue considerado uno de los 5 mejores fichajes del año. Allí los hinchas lo apodaron "Gladiador", y fue del agrado del venezolano. “Me gusta ese apodo. Esto es lo que trato de hacer en el campo. Abro los brazos, parezco grande, estorbo el cuerpo y trato de controlar el balón para mi equipo”, declaró Rondón en su momento.

Luego del paso por el fútbol chino donde anotó el 50% de los goles del equipo en una temporada y un breve regreso a Rusia, Rondón volvió a la Premier y fue contratado por el Everton. No pudo tener demasiada continuidad, ya que disputó 31 partidos en 18 meses, y marcó apenas 3 goles. El 31 de diciembre pasado finalizó su vínculo con el club inglés y quedó con el pase en su poder. Tentado por la posibilidad de regresar a Sudamérica y estar cerca de su país, tomó la decisión de llegar a River, donde se encontró nuevamente con Martín Demichelis. Un nuevo capítulo en un historia que ilusiona por su pasado y su presente goleador.

Un prócer de la Vinotinto

Su carrera en la Selección de Venezuela ha sido fructífera a lo largo del tiempo. En la Sub 20 clasificó al Mundial y anotó 4 goles en la máxima competición de la categoría. En la mayor convirtió en Copa América y Eliminatorias, donde acumula la imponente cifra de 38 tantos en 71 partidos. Es el máximo goleador de la historia de la Vinotinto y sus compatriotas lo adoptaron como un ídolo indiscutido.

Su admiración por Jordan

Por último, resaltar su historia con el dorsal 23, que está ligada a su profundo amor por Michael Jordan. Y no solo por lo que hacía como basquetbolista, sino por su filosofía de vida, ya que el venezolano suele citar frases del astro estadounidense en sus redes sociales.