El viernes 30 de junio de 2017 Enzo Nicolás Pérez ingresó a la Clínica Rossi para realizarse la revisión médica para convertirse en jugador de River. Esa fecha podría haber quedado en el olvido, de hecho es un trámite prácticamente rutinario para la llegada de un futbolista a un club, pero esta no sería una incorporación más. La llegada de Enzo Pérez a River marcaba dos hechos, uno se sabría por aquel entonces: el mendocino cumpliría su sueño de vestir la camiseta de sus amores. El otro hecho se sabría con el correr del tiempo: nacía un ídolo.

Enzo revisión

Enzo Pérez se realiza la revisión médica. (Foto: Prensa River).

Enzo Pérez siempre supo que quería jugar en River y en River siempre quisieron que Enzo Pérez juegue en el club, pero en el mundo del fútbol nada es tan sencillo. La diferencia económica que hay entre el fútbol europeo y el argentino es abismal, además los contratos se firman para respetarse y a mediados de 2017 Enzo Pérez se encontraba jugando en un gran nivel en el Valencia de España –uno de los clubes más importantes de La Liga- y para poder venir al club de sus amores había que ejercer una presión que no siempre funciona. En esta oportunidad el conjunto Che entendió el deseo del jugador que resignó millones por venir a vivir a Buenos Aires y poder cumplir su sueño.

Enzo contrato

D’Onofrio y Enzo en la firma del contrato. (Foto: Prensa River).

Enzo llegó a mediados de 2017, por entonces el equipo de Marcelo Gallardo debía afrontar la recta final de la Copa Argentina, el campeonato local y los octavos de final de la Copa Libertadores ante guaraní y justamente ante ese rival debutó con el Manto Sagrado en agosto de ese año. Fue por el partido de vuelta –la ida había sido 2 a 0 para el Millonario en Paraguay-, la revancha terminó siendo empate 1 a 1 y River pasó a cuartos de final donde debía enfrentar a Jorge Wilstermann y en esa serie se empezó a ver la jerarquía del volante mendocino que por entonces jugaba recostado sobre uno de los costados y no como único volante central.

El equipo de Marcelo Gallardo cayó por 3 a 0 en Cochabamba y la semifinal quedaba lejos, pero en la revancha ante un Monumental que explotaba y una lluvia que había más épica a la jornada Ignacio Scocco –otro que había llegado en ese mercado de pases- convirtió cinco goles, Ignacio Fernández hizo uno y Enzo Pérez se anotó con un doblete en la goleada por 8 a 0. La jerarquía del mendocino se pudo observar en el último de los goles de la noche: Enzo agarró la pelota en campo propio y fue pasando rivales hasta quedar mano a mano con el arquero a quien le picó la pelota. Un gol de otro partido.

Luego de la eliminación de la Copa Libertadores en semifinales a manos de Lanús, el equipo entró en un bache que justamente coincidió con el período de adaptación que Enzo tuvo que superar en River. Pese a que Pérez conocía el fútbol argentino por sus pasos por Godoy Cruz y Estudiantes –donde fue campeón de la Libertadores en 2009-, la realidad es que luego de varios años en el Benfica y en el Valencia lo habían alejado a las exigencias de nuestro fútbol. En su primer semestre obtuvo la Copa Argentina de 2017 al superar en la final en su provincia a Atlético Tucumán.

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Enzo consiguió seis títulos con el Manto Sagrado. (Foto: Getty).

Luego de un comienzo de 2018 con altibajos, Enzo tuvo su primera gran alegría ante Boca: el 14 de marzo –nuevamente en su provincia- el Más Grande ganó la Supercopa Argentina ante su eterno rival. Ese año fue consagratorio para Enzo Pérez, que comenzó a mostrar muy buenos rendimientos, que tuvo participación en el Mundial de Rusia 2018 –ya había ido al de Brasil 2014- y que en la segunda mitad del año conseguiría tocar el cielo con las manos. Por entonces Gallardo ya comenzaba a utilizarlo como único volante central –así lo hizo contra Racing en los octavos de final- y si bien a veces lo hacía delante de Ponzio y a la par de Exequiel Palacios, Enzo se convirtió en una pieza fundamental.

Luego de una excelente serie de semifinal ante Gremio llegó el turno de la final de todos los tiempos: enfrentar a Boca por primera vez en la historia en una final de Copa Libertadores. La valentía, el corazón y la inteligencia habitual de Pérez brillaron ante el rival de toda la vida tanto en la Bombonera como en el Bernabéu y nadie más que él disfrutó esa conquista. Desafortunadamente el Mundial de Clubes fue muy cercano en el tiempo a la final ante Boca y el equipo no llegó de la mejor manera, inclusive a veces el fútbol es injusto y quien falló el penal que dejó afuera al Más Grande en semifinales ante el Al Ain fue precisamente Enzo Pérez.

Enzo

Enzo con la Copa más deseada de la historia. (Foto: Getty).

Pero la alegría de haber conseguido el objetivo fue mayor y el 2019 fue un año muy bueno desde lo futbolístico para el volante que asentó como único volante central y junto a Nacho Fernández conformaron un tándem impresionante que quedará en el recuerdo del hincha por muchos años. En ese año Enzo fue campeón de la Recopa Sudamericana ante Atlético Paranaense y también de la Copa Argentina ante Central Córdoba y nuevamente gritó campeón en su provincia. El 2020 estuvo marcado por la pandemia y no se jugaron tantos partidos, pero el rendimiento de Enzo siguió siendo de lo mejor del equipo.

Enzo casca Montiel

Enzo luce la camiseta de Gonzalo Montiel. (Foto: Getty).

Enzo Pérez es el termómetro del equipo, prácticamente no tiene partidos malos, es un volante que entiende el juego a la perfección y sabe cuándo meterse entre los centrales para dar una mano y también siempre es opción de pase para salir limpio y conectar con los volantes creativos. El 2021comenzó con el golpe de la eliminación de la Copa Libertadores ante Palmeiras. Con el libro de pases abierto, llegó una oferta desde Turquía que era millonaria pero Pérez la rechazó porque quiso seguir jugando en el club de sus amores. Una de las muestras más grandes de compañerismo que se vieron en los últimos tiempos fue cuando River venció por 5 a 0 a Racing en Santiago del Estero por la Supercopa Argentina, Enzo recibió la medalla con la camiseta de Gonzalo Montiel, que por entonces no había podido viajar por una lesión.

Hasta se vistió de arquero

Increíble pero real: Enzo Pérez se calzó los guantes, se puso el buzo verde y salió a defender los tres palos desde el comienzo del partido. La historia marcará que el 19 de mayo de 2021 River recibió a Independiente Santa Fe de Bogotá por la quinta fecha del Grupo D de la Copa Libertadores con 11 futbolistas y con un jugador de campo al arco. Un brote de Covid golpeó duro al plantel y los 4 arqueros profesionales –que estaban inscriptos en la lista de buena fe de la Copa Libertadores- estaban contagiados. La Conmebol no aceptó el pedido del Millonario y entonces Enzo Pérez –que tenía una molestia muscular- atajó desde el comienzo. Su actuación fue brillante, y sus compañeros defendieron como gladiadores. El Más Grande ganó 2 a 1 y esa victoria fue fundamental para pasar a octavos de final.