Enzo Nicolás Pérez es el futbolista más reconocido y emblemático dentro de la cancha, e indudablemente uno de los más queridos fuera del rectángulo de juego por los hinchas, más aún después de su actuación esplendorosa en el arco por la Copa Libertadores. Pero realmente estuvo muy cerca de no haber estado presente en ese partido y no propiamente por la lesión muscular que arrastraba, sino por un pase que estuvo a poco y nada de concretarse al fútbol de Turquía en el mercado de pases del verano pasado.

"Estuve a nada de irme. Tenía los contratos en la oficina para ir y firmarlos. Si decía que sí, me iba. Lo que quería, me lo daban. Tenía todo armado, Me habían puesto sobre la mesa todas las condiciones que había pedido, la casa, todo. Lo que te puedas imaginar, me lo pusieron ahí", comenzó su relato Enzo sobre aquella oferta suculenta que recibió del Trabzonspor en diálogo con Olé.

¿Qué fue lo que finalmente lo detuvo? La tan sencilla pero magnífica razón ligada a lo sentimental por los colores que ama, y además la importancia de tener cerca al grueso de la familia. "Sabía que si tomaba la decisión de irme, no iba a volver más. Que solamente iba a pertenecer a River como hincha, como pasaba antes. Y hubo un montón de cosas en la balanza. Temas familiares, de mis hijos, mi señora, mis padres, mi hermano. No estoy sólo. Si hubiese estado solo, no sé qué decisión habría tomado. Aunque lo de Turquía me enorgullece porque se siguen fijando en mí a los 35 años", cerró.