Pablo Solari confesó desde su llegada al Más Grande que toda su familia es fanática de River. Su papá Víctor y su mamá Susana bautizaron a sus tres de sus cuatro hijos con el nombre de algún jugador que marcó la historia del club: el delantero millonario se llama así Pablo César por Aimar, Santiago (también futbolista) por el Indiecito y Matías Jesús, que es el único que no juega al fútbol (es médico), por el Pelado Almeyda. Mateo, el cuarto de los hermanos, es la única oveja negra de la familia y se hizo hincha de Boca.

La llegada de Pablo Solari proveniente desde Colo Colo fue un sueño cumplido para gran parte de la familia. Sin embargo, no imaginaban que en poco tiempo dos de los hermanos Solari pudieron cruzarse en un campo de juego. Es que Santiago pasó desde Independiente Rivadavia de Mendoza, equipo que milita en la segunda categoría del fútbol argentino, a Defensa y Justicia. Y por un capricho del fixture, en la jornada 19 de la Liga Profesional podrían cruzarse y verse las caras en el estadio Monumental.

Este lunes Santiago Solari fue uno de los grandes protagonistas en el triunfo del Halcón: a los 19 minutos del complemento anotó el primer tanto frente a Gimnasia en lo que terminó siendo una contundente victoria por 2 a 0 en el Bosque platense. El hermano de Pablo marcó así su primer gol en la Primera División del fútbol argentino. Y se lo dedicó al delantero millonario:  "No compito con él, ojalá que podamos enfrentarnos y compartir una cancha. Y obviamente que gane Defensa", chicaneó el volante del equipo de Florencio Varela.

Por último, contó cómo está viviendo su familia el desembarco de los dos Solari en la Primera División: "Hablamos con Pablo. Me tocó jugar casi todas las categorías del interior, es un sueño. Tranquilo, esto es paso a paso. Tenemos que enfocarnos cada uno en lo suyo. Papá está feliz, todos están muy contentos. Esperemos que sigamos así", concluyó el mediocampista de Defensa y Justicia.