A lo largo de sus seis años y medio como DT de River, Marcelo Gallardo se las ingenió sistemáticamente para reinventarse y armar un equipo competitivo de primer nivel detrás del otro, pese a que continuamente las principales figuras emigraban hacia otros rumbos. Las salidas durante la pandemia de Juan Fernando Quintero e Ignacio Scocco parecían ser un problema enorme para el andamiaje o el recambio ofensivo, pero como siempre el Muñeco tenía un as preparado bajo la manga.

 

La apuesta por Julián Álvarez no sorprendió desde las palabras elogiosas que siempre tuvo el DT hacia él, pero sí impresionó el hecho que sea incluido entre los titulares como tercer delantero. Y el pibe respondió toda esa confianza con creces, y con una confianza y una contundencia impresionante mostrada dentro de la cancha.

De hecho, el Araña no solo es el goleador de River en la Libertadores, sino que además con el gol de ayer ante Liga de Quito se transformó en uno de los máximos artillero de la competencia más importante del continente. Suma 5 goles en la copa, todos ellos con la pierna derecha y conseguidos en los últimos cuatro partidos post parate largo por la pandemia.

El primero fue para darle la ventaja parcial al equipo en Brasil ante San Pablo, luego repitió en Lima ante Binacional y duplicó la marca frente a los brasileros en la cancha de Independiente para conseguir la clasificación a octavos de final. Y ayer ante los ecuatorianos definió de manera fantástica pinchándola sobre el arquero, para convertirse en el goleador momentáneo del continente. ¡Grande, Araña!