En el fútbolde éstas épocas, la pelota parada no sólo resuelve partidos, sino que además puede ser decisiva a la hora de poder conseguir un título. Y Riverafortunadamente encontró en un mismo plantel a dos armas realmente letales en la materia.
A la pegada de Juanferla teníamos vista desde sus antecedentes en el fútbol colombiano y en la Selección, pero en Riversu zurda magistral empezó a explotar definitivamente después de aquel inolvidable remate en el Bernabéu, que besó primero el travesaño y después la red.
De todas maneras, lo del colombiano no pasa solamente por el remate al arco, sino que además se distingue en otras cuestiones del juego. Un cambio de frente de 50 metros al pecho o al pie de un compañero, como con la mano. Un pase largo al vacío, en el que la pelota viaja con la velocidad justa y pica en el momento preciso. Una sensibilidad absoluta para controlar todas las distancias y sorprender a los arqueros desde cualquier ángulo, aunque parezca bien cerrado.
Por su parte, la pegada de Ferreirase distingue por una combinación letal de rosca y velocidad, sobre todo a la hora de los tiros de esquina o tiros libres desde los costados. Cuando tiene que rematar directo, consigue una parábola inalcanzable para las barreras de turno, y también muestra versatilidad en los remates con pelota en movimiento, siempre demostrando que no pierde la puntería pese a la potencia.
Que loscuatro goles en su recorrido en Primera hayan sido desde afuera del área y convertidos en lugares del arco donde fueimposible llegar para los arqueros demuestra todo el potencial de este chico. Y también la personalidad, porque no es para nada fácil mantener el pie sensible en el minuto 95 de un partido de copa Libertadores jugando como visitante.
Para cualquier equipo que quiera mantenerse en los primeros planos a nivel nacional y continental, tener dos pateadoresde semejante calidad lo convierte en un conjunto muchísimo más completo y peligroso.