Jorge Carrascal atraviesa un momento de incertidumbre apenas dos semanas después de su llegada al CSKA Moscú por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. El colombiano no se encuentra en la zona de bombardeos, pero está atento a cómo se desenvuelve la situación política en la región. 

El mundo despertó con una noticia preocupante que llegó esta mañana desde el este de Europa: Rusia invadió Ucrania y realizó ataques en una escalada de violencia que se desconoce hasta dónde podrá llegar. El enfrentamiento ya tuvo consecuencias futbolísticas porque se suspendió el deporte ucraniano y la UEFA quitó la sede de la final de la Champions League a San Petersburgo. Al momento, la liga rusa donde juega Carrascal no sufrió modificaciones.  

El ex-River llegó al CSKA el 16 de febrero y se sumó a la pretemporada de su equipo en Turquía. De hecho, ya tuvo su debut y fue expulsado en un amistoso. El plantel del club moscovita regresa de Estambul esta noche y el sábado reanuda el fútbol local con el clásico contra el Spartak Moscú. Hasta ahora el itinerario del colombiano no se ve afectado por el conflicto bélico. 

Sin embargo y como es lógico, el jugador y su entorno están atentos a la situación para analizar una posible rescisión de contrato si se hace insostenible la vida y seguridad en Rusia, según publicó el periodista Maximiliano Grillo en su cuenta de Twitter.

En el mismo sentido, Diego Borinsky aseguró que se comunicó con la empresa GBG, que maneja a Carrascal, y le confirmaron que el enganche no vuelve a la Argentina para jugar en River. Su futuro está en Rusia a la espera que vuelva la paz y su carrera profesional no se vea interrumpida. 

El contrato de Carrascal

Si la liga rusa se corta por motivos de la guerra, afectaría el contrato del volante porque River arregló un préstamo con una obligación de compra si el colombiano juega 6,5 partidos de los 13 que quedan en el torneo hasta mitad de año.