Pocas veces podemos ver a Marcelo Gallardo hablando a corazón abierto, abstraido de la vorágine que significa ser la cabeza visible del mundo River, y cuándo se da el escenario y el contexto adecuado para que pueda explayarse, las frases que dejan son para meditar un largo rato. Porque se corre un momento del rol de director técnico de River y se pone el traje de figura reconocida de la sociedad futbolera, que tiene conocimiento para abordar distintos temas. 

En una entrevista con Tyc Sports, el Muñeco habló de la relación con sus papás y del acompañamiento que recibió de ellos en sus priemros pasos como futbolista "Mis viejos siempre hicieron esfuerzo enorme para que me pueda desarrollar y que no nos faltara un plato de comida en la mesa. Por suerte yo pude ser acompañado por papás en silencio. Estar, acompañar, no expresarse de una manera eufórica detrás del alambrado, me quedó muy marcado y valoro eso que hicieron. Nunca sentí que me acompañan para ver en qué futbolista me convertía sino que acompañaban solamente la felicidad de su hijo".

 

Por otra parte, el entrenador hizo hincapié y explicó los motivos y todo lo que se generó alrededor de la frase "guardia alta" que dijo en una conferencia de prensa en 2017, post eliminación con Lanús en Copa Libertadores: "Cuando dije 'hay que estar con la guardia alta' salieron a muchos detractores a decirme de todo. Yo soy de Merlo, ¿sabés lo que es estar en la guardia alta? Mirar para cruzar la calle y que no te aparezca nada raro por el otro costado, caminás y tenes ojos por todos lados. Me desarolle con eso, de tener que estar alerta en la vida. No podés caminar mirando para abajo porque pasan un monton de cosas".

Y agregó: "Mi manera de defensa es esa: estando alerta. No porque esté esperando que pase algo malo, sino porque hay que estar alerta. No vivimos en un país donde todo funciona perfectamente, entonces hay que salir a la busqueda y tratar de vivir los procesos, esforzarte, tener voluntad y compromiso, no claudicar, esa es la vida que a mi me enseñaron. Porque a veces pasa que cuando las cosas funcionan, te esforzas menos pensando que el de al lado va a resolver por vos y nuestra estructura no se puede relajar. Necesito que todos los que estamos involucrados estén con el deseo de seguir empujando. Yo no quiero vender ninguna imagen, porque también tuve momentos en los que bajé la guardia y ahí es cuando mi grupo me empuja".

Y cerró, respecto a la importancia que le da a la crítica que llega desde distintos sectores: "Respeto mucho al que tiene una opinión distinta a la mía y que me lo argumenta.  A la crítica le doy la importancia justa y necesaria.  La que es fría y distante no me interesa, no la respeto, la que se argumenta es la que escucho y la que le doy importancia. Además, me gusta que los jugadores puedan acercarse a decir que les encantaría que pase tal cosa, o planteos que se tratan de ejecutar, que quieran tomar el conocimiendo de porque hacemos las cosas que hacemos".