El día que nadie quería que llegara, lamentablemente llegó. Como la despedida de un hijo cuando se va de casa, Julián Álvarez se va de River para continuar su carrera en el Manchester City. Esta noche fue su último partido con el Manto Sagrado y entre jueves y viernes estará viajando a Inglaterra para sumarse a su nuevo equipo y comenzar una nueva etapa en su carrera, que sin dudas estará repleta de gloria.

A pesar de estar vendido hace tiempo y, por ende, correr el riesgo de lesionarse en cualquier partido, Julián nunca dejó de jugar como siempre lo hizo: con inteligencia, desparpajo y hambre de gol, no importa el rival ni el certamen. Siempre al servicio del equipo y buscando lo mejor para sus compañeros, por eso es tan querido por los hinchas y lo seguirá siendo casi hasta la eternidad, porque jugadores como estos, tan descomunales en la cancha y a la vez humildes fuera de ella, no aparecen todos los días.

Gallardo llenó de elogios a Julián

En la conferencia de prensa post eliminación frente a Vélez, el Muñeco se detuvo para enviarle unas palabras al oriundo de Calchín: "Para mí es un motivo de orgullo enorme haberlo entrenado, compartir su evolución futbolística. Hoy parte hacia uno de los equipos más importantes del mundo y eso me da muchísima felicidad".

Y cerró, quizás con la frase más emotiva y que refleja a la perfección lo que fue Julián todo este tiempo: "Se lo dije y se lo agradecí porque nunca se relajó, no escatimó un pique, no escatimó un roce, un esfuerzo, y eso tiene mucho valor. Me ha mostrado que merece la oportunidad que tiene. Es un jugador de elite. Desearle lo mejor porque es un gran chico y un gran profesional".