El entrenador de River explicó que a ningún otro equipo se le exige tanto como al Millonario, pero aclaró que es propio de la grandeza del club y los éxitos conseguidos. También contó que, el día que se vaya del club, se tomará un tiempo de descanso antes de volver a trabajar.
El currículum de Marcelo Gallardo como entrenador ya tiene más ítems en el palmarés que la gran mayoría de los técnicos del mundo. Por eso se le pide siempre un poco más, algo que no se hace con otros entrenadores, pero que al Muñeco, lejos de molestarle, lo motiva para seguir cosechando éxitos.
“De nosotros se está siempre esperando algo más. Siempre te exigen más. Y está bien que pase eso, pero reconozcamos que vivimos en un fútbol argentino muy dramático. Pero sería bueno que se mida en igualdad de condiciones a todos, porque hay equipos que salen campeones y siguen siendo campeones por muchos años sin hacer más que eso. Pero nosotros hemos puesto la vara bien alta y no reniego de eso”, comentó.
En una entrevista concedida a La Nación, explicó que, al elegir quedarse en el club, también decidió analizar las cosas de otra forma: “Volví con muchísimas ganas. Si no, no podría hacer este trabajo. Al mismo tiempo, volví diferente. Volví con ganas de seguir contribuyendo a una evolución, pero de una manera en la que también pueda disfrutar del momento o de los momentos, cosa que en estos últimos años no me puse a pensar”.
“Si algo no soy, es conformista. No me conformo con tener un equipo competitivo y nada más. No me siento cómodo con eso. Sin embargo, a veces me voy satisfecho cuando siento que me voy representado por mi equipo. No me voy totalmente frustrado si el equipo no juega del todo bien porque el fútbol argentino son momentos. La perfección me encanta y voy en busca de ella, pero sé que es muy difícil lograrla”, agregó.
Consultado por Lucas Alario y Sebastián Driussi, el Muñeco se alegró de tenerlos, pero reconoció que analiza cómo seguir sin ellos a corto plazo: “Hoy están los dos con muchísima lucidez futbolística y con confianza. Ojalá que sigan así. Tenemos a dos de los mejores delanteros del continente sin ninguna duda. Siempre busco alternativas porque sabemos que nuestro mercado es vendedor y sabemos también que en algún momento se nos van a ir”.
¿Por qué ningún jugador quiso irse? “Creo que tiene que ver con que hemos logrado sostenernos con un mensaje muy, pero muy firme en cuanto al sentido de pertenencia. Los jugadores no son idiotas. El jugador sabe que más allá de si jugás o no jugás, la posibilidad de jugar la vas a tener porque en este club siempre tenemos muchas competencias por delante. Después, queda en cada uno aprovecharla o no. Y el futbolista entiende que está en un club que le ofrece todas las posibilidades. Me encanta que los jugadores manifiesten que no se quieren ir de acá”, indicó.
Por último, habló del día en el que le ponga punto final a su primer ciclo en el Más Grande y el próximo destino como entrenador: “Cuando me vaya de acá, voy a tomarme un respiro para volver a salir y ver las cosas desde otro lugar y ver un proceso bueno. ¿La liga de Francia? No lo sé. Veremos dónde será”.
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