Existen jugadores privilegiados que llegan a un club como River en el momento más afianzado de su carrera en conjunción con el que fue el inicio del camino más glorioso de la historia de la institución. Y que además sin ser hombres de la casa se convierten en inmortales para los recuerdos del hincha por todo lo que dejaron adentro de la cancha. Y uno de los que integra esa lista selecta es Gabriel Mercado, quien con la humildad y el perfil bajo que siempre lo ha caracterizado a lo largo de su vida dialogó en exclusiva con "La Página Millonaria". El lateral derecho de 33 años que se desempeña actualmente en Al Rayyan de Qatar nos abrió las puertas de su intimidad para charlar sobre diversos temas ligados al River de ahora, a su pasado por el club, y a su presente y futuro como futbolista. 

-Después de la última victoria de tu equipo el martes subiste a Instagram un video abrazando a tu hija dentro de la cancha, y hasta se apreciaba bastante gente en las tribunas. ¿Cómo se vive la pandemia allá? ¿Estás en un lugar privilegiado comparado con el resto del mundo?

-Acá se vive muy tranquilo. Estamos aprovechando para disfrutar mucho, porque en casi todos los lugares del mundo incluido Argentina están sufriendo un montón la pandemia. Al ser un país tan chico y con tantos recursos, no están dejando entrar a casi nadie, ni siquiera para el turismo. Y los que entran tienen que pasar una semana mínimo en un hotel y después hacerse un testeo para recién poder hacer vida normal acá. Tienen todo muy controlado, y cuando ves a tu familia tranquila el resto se vuelve secundario.

-¿Y con qué fútbol te encontraste en Qatar? ¿Te sorpendió más de la cuenta?

-Cuando llegué acá me dijeron que no me crea que iba a ser un fútbol sencillo. Generalmente los equipos contratan muchos delanteros brasileros, europeos, o africanos que jugaban en Europa, porque los cupos de extranjeros acá son muy pocos, así que siempre tengo que marcar a muy buenos jugadores. Y va creciendo a buen ritmo el nivel de futbolistas locales, e inclusive en nuestro plantel hay algunos que juegan en la Selección. Es un fútbol que evoluciona año a año sin dudas.

-¿Y esta distancia geográfica te alejó de River, o seguís conectado con lo que vive el equipo de Gallardo día a día?

-Sigo permanentemente el presente de River. A veces la diferencia horaria me mata para ver los partidos completos, pero al otro día siempre miro resúmenes y noticias para ver cómo le fue al equipo. Estoy re conectado siempre con lo que viven allá. Es un equipo que me sigue generando satisfacciones, y comparto sus alegrías y tristezas como si fuese uno más. Y lo digo porque así lo siento, no trato de vender humo. Así se lo he transmitido a los chicos que todavía están en el club, o cuando hablo con Marcelo (Gallardo), o con un preparador físico o kinesiólogo. Ellos saben que siempre estoy pendiente.

-¿Qué te genera interiormente que este plantel del 2021 mantenga el mismo hambre de gloria y competitividad que el que formaron ustedes varios años atrás, y que cada temporada River siga peleando bien alto a nivel continental?

-No es casualidad el presente que sigue viviendo el equipo. Marcelo y todo su cuerpo técnico detrás están empujando para que el plantel sea súper competitivo. A veces se cree que es fácil ganar en el fútbol, y no es para nada sencillo. Y siempre intentando jugar bien al fútbol, corriendo y presionando, estando todos en la misma sintonía. Todos se respetan entre sí, y los más grandes son los que bajan la línea y marcan el ejemplo, como Javi Pinola y Leo Ponzio. Si les toca jugar o no es secundario, ellos son los primeros que empujan y marcan una línea de trabajo que funciona perfectamente. Y eso marca camino a los más jovenes. Esos valores que transmite Marcelo desde los más grandes a los más chicos hacen que el equipo sea muy unido, y por eso pasan los años y los jugadores y River sigue compitiendo y peleando lo que juegue.

Mercad y Gallardo, en pleno entrenamiento disfrutando su etapa en River (Prensa River)

Mercad y Gallardo, en pleno entrenamiento disfrutando su etapa en River (Prensa River)

-Luego de la derrota contra Palmeiras todos los hinchas se llenaron el pecho de orgullo, y cada año que pasa se hace más fuerte el vínculo de adentro hacia afuera y viceversa. ¿Sentís que ustedes fueron los que comenzaron esta identificación muy fuerte entre la gente y el equipo, y que a su vez que hayan sido los que iniciaron la racha de los mano a mano contra Boca les dio un plus incalculable?

-Sabemos que el hincha se siente muy representado por ese grupo que nosotros formamos parte, y así fue ocurriendo también a lo largo de los años, más allá de derrotas que fueron dolorosas como las de Flamengo por ejemplo. River compite hasta el último segundo, lucha, corre, transpira hasta la última gota que tiene, e intenta jugar siempre bien. Y si continúan por ese camino seguirán llegando alegrías para el equipo. Y sí, los momentos que vivimos contra Boca fueron hermosos para vivirlos, tanto en la semifinales de la Sudamericana como en la Libertadores más allá del suceso trágico del gas pimienta. Sabemos que fuimos los que iniciamos esa buena racha positiva frente a ellos en la historia reciente, y en torneos internacionales que para River venía siendo esquivo. Y además tuvimos la suerte de concretarlo con títulos, que no es sencillo. Fue un combo exacto que se dio. Es un mérito en conjunto de todos los que trabajan ahí adentro día a día. Y ahí Marcelo fue clave en inculcar siempre que lo que pasó, pasó, y que lo que importa siempre es el hoy, para no perder el enfoque y seguir con esa mentalidad ganadora y positiva a lo largo de los años.

-¿Cada cuánto mantenés contacto con todos los de aquella camada, o inclusive con el Muñeco? ¿El día a día del vestuario es lo que más se extraña?

-Nosotros formamos un grupo muy lindo en River, y a pesar que casi todos los jugadores estamos en diferentes partes del mundo seguimos conectados, y en el fútbol no es fácil congeniar tantas buenas personas con tan buenos valores, y a la vez conseguir cosas importantes. Todo fluía de una manera maravillosa, y a la vez se trabajaba muy fuerte. Y sí, se extraña muchísimo el grupo. Disfrutábamos cada viaje, cada concentración, cada entrenamiento y cada partido. Cada tanto cruzo mensajes con Marcelo por algún cumpleaños o por alguna cuestión que consideremos importante. Él sabe que yo soy una persona muy respetuosa, que no me gusta molestar a la gente, pero cada tanto nos mandamos. Y tengo contacto con empleados del club y gente del cuerpo técnico también, siempre les estoy mandando buenas vibras.

-Gaby, se ve en Montiel un chico con una enorme evolución y un gran futuro, y que al igual que vos arrancó como marcador central y hoy es el mejor 4 del país. Pudiste conocerlo desde muy joven, ¿qué te genera su presente?

-Lo conocí bastante a Gonzalo, porque en su época de juvenil entrenaba bastante con nosotros. Vi todo su crecimiento. Al principio era marcador central como lo fui yo también al comienzo de mi carrera. Ya se notaba que era un chico con una enorme personalidad, muy respetuoso, y me da una enorme alegría ver cómo crece año tras año. Es impresionante cómo se consolidó en River logrando cosas importantes.

 

-¿Lo ves para largo rato en la Selección?

-La verdad que fue fantástico cómo se ganó un lugar en la Selección Argentina, con lo difícil que es a su edad. A mí me tocó todo eso de más grande y con más experiencia, pero él lo afrontó de muy joven y de gran manera. Le deseo lo mejor, y seguramente vendrán cosas muy importantes para él en el futuro, porque en este nivel seguro seguirá siendo considerado por el técnico. Tiene un potencial enorme, y le queda muchísimo por recorrer.

-¿Y tu camino en la Selección sigue latente o ya sentís que es parte del pasado?

-No, yo ya me veo 100% alejado de la Selección. No me considero parte de este nuevo plantel. Desde el momento que me tocó quedarme afuera de la última Copa América en Brasil ya lo sentí así, si bien siempre me manejé con un perfil bajo en cada convocatoria. Y además sabiendo que surgieron muy buenos jugadores jovenes como Montiel y Juan Foyth que lo están haciendo muy bien, y con tantos jugadores que hay en Argentina, sé que es muy difícil. Pero soy el primer hincha de ellos para que les vaya bien, conozco mucha gente del plantel y del predio y siempre les deseo lo mejor. Y ojalá pueda recibirlos acá en Qatar cuando se juegue el Mundial el año que viene.

-Se te nota muy cómodo en Qatar, a nivel futbolístico y sobre todo familiar. ¿Es una utopía creer que podés volver al fútbol argentino en el futuro, o es una posibilidad que dentro tuyo sigue latente?

Nunca le cierro una puerta a nada, y en el fútbol uno nuca sabe lo que puede pasar. Siempre fui una persona que creyó en el trabajo y el esfuerzo del día a día. Yo tengo contrato hasta mitad de año, y la realidad es que acá con mi familia estamos súper cómodos. Mi hija está muy feliz. Es un país donde se vive muy bien, y en el medio de una pandemia acá se vive muy tranquilo. Los casos de coronavirus por día son muy pocos y está todo súper controlado. No existen los robos, no hay inseguridad y estamos muy tranquilos. Puedo dormir con la puerta abierta, que eso no existe en ningún lado. Y todo eso a mí hoy me hacen disfrutar de la vida y del fútbol. Cuando termine mi contrato no sé qué pasará, pero si este club me da la posibilidad de continuar acá me encantaría seguir. Pero todavía no lo sé, y de Argentina nadie me ha llamado tampoco hasta el momento. Hay que esperar.

Mercado, Maidana, Funes Mori y Vangioni, la defensa histórica de River (Archivo)

Mercado, Maidana, Funes Mori y Vangioni, la defensa histórica de River (Archivo)

-El hincha de River te adora, y hasta tu apellido ha sido protagonista de remeras a lo largo de todo este tiempo. ¿Qué te generó eso sabiendo además que vos no sos un jugador nacido en el club?

-Jaja sí, tengo una remera donde aparecen los cuatro apellidos de la defensa de aquella época que formábamos con Maidana, Funes Mori y Vangioni. Que la gente te considere dentro de la historia grande nombrándote como una de las mejores defensas de un club como River es algo único. Fue como una linda forma de devolvernos todo lo que nosotros entregamos adentro de la cancha, y siempre nos han demostrado que se sintieron representados no solo por lo que hicimos no solo nosotros cuatro, sino todo aquel plantel. Y sé que si el día de mañana puedo ir a la cancha la gente me va a saludar y va a reconocer mi trabajo, y eso para mí es muy gratificante.