Tras la alegría por haber conseguido la Recopa Sudamericana, Andrés D’Alessandro aseguró que seguirá trabajando para ganarse la confianza de los fanáticos del Más Grande que lo miran de reojo por haber regresado al club a los 34 años. “No los convencí a todos todavía”, expresó.
La alegría por haber conseguido el primer objetivo del segundo semestre es inmensa. River venció 2-1 a Independiente Santa Fe y se consagró bicampeón de un título internacional por primera vez en su historia.
Sin dudas, uno de los que más celebró la consagración fue el Cabezón, que regresó al club a principios del 2016 para volver a ser campeón así como en el Torneo Clausura 2000, 2002 y 2003; y también para demostrarle a la gente que podía volver a estar a la altura del manto sagrado.
En una entrevista que le concedió a Crónica, tras la obtención de la Recopa, el volante prefirió no hablar de su futuro -su préstamo finaliza en diciembre de este año- y contó que seguirá trabajando para ganarse la confianza de todos los fanáticos.
“No quiero ni hablar de nada (de su futuro), el hincha de River es muy susceptible. Estoy tratando de convencer a todos los hinchas de River, quiero convencerlos de que nunca es tarde, no los convencí a todos todavía. Es difícil llegarle a todos, pero quiero que valoren el esfuerzo que hace uno”, señaló D’Alessandro.
Cuando decidí volver fue porque me siento vigente, con ganas, porque el fútbol todavía me moviliza y porque era River.
Asimismo, dio la razón por la cual dijo que “nunca es tarde” para volver al Más Grande y triunfar: “Me fui a los 22 años, volví al club después de muchos años y fui mirado de una manera diferente, con muchas dudas que la gente tenía y que todavía puede llegar a tener. Pero en mi cabeza no había dudas. Cuando decidí volver fue porque me siento vigente, con ganas, porque el fútbol todavía me moviliza y porque era River. Que era una espina que tenía. Volver al club que me formó, que me vio nacer, sabiendo que había cosas importantes para jugar”.
Hay que tener un equilibrio, que no sos el mejor, ni el peor. Eso es lo más difícil en el fútbol.
“La línea es muy delgada. Hoy estoy muy feliz, muy contento de haber ganado, pero también sé que podría haber pasado otra cosa. Hay que valorar mucho el momento. Hay que tener un equilibrio, que no sos el mejor, ni el peor. Eso es lo más difícil en el fútbol”, agregó el Cabezón.
Espero que sea el puntapié para lo que tenemos por delante.
Por otro lado, el hombre de 35 años consideró que el primer semestre fue duro, pero confía en que luego de esta consagración el equipo siga obteniendo títulos: “Volví al club que me formó como persona y como jugador, y mi vuelta hoy tiene un valor. Los primeros seis meses no fueron los mejores, pero nosotros sabemos cómo laburamos. Esto no es de un día para el otro. Este es un equipo que viene trabajando hace seis meses, y espero que sea el puntapié para lo que tenemos por delante”.
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