River aprovechó de gran manera la pandemia, como el fútbol estuvo parado por varios meses y además al no haber público en las canchas desde el regreso de la actividad –allá por septiembre de 2020- se pudo realizar una obra completamente necesaria: la remodelación del Estadio Monumental. La casa del Más Grande es digna de orgullo, en ella se vivieron momentos inolvidables que quedarán en la memoria del hincha de por vida. El Antonio V. Liberti fue testigo de infinidad de partidos históricos, vueltas olímpicas memorables y en él jugaron enormes futbolistas de la talla de Ángel Labruna, Alfredo Di Stéfano, Norberto Alonso, Enzo Francescoli, Ariel Ortega y tantos más con el Manto Sagrado y además la Selección Argentina ganó su primer mundial en territorio millonario.

Desde agosto de 2020 hasta febrero de 2021 el Monumental atravesó un proceso de renovación extraordinario: se bajó el campo de juego más de un metro y medio, se sacó la pista de atletismo, se instaló Wifi en todas las tribunas, se remodelaron los baños, se modificaron los puestos de gastronomía, se sacó el alambrado de la Centenario alta y lo más importante es que se hizo a nuevo el campo de juego con un sistema híbrido que consta de 95% de pasto natural y 5% de sintético, lo que hace que siempre esté en excelentes condiciones. Pero también se realizó un trabajo que a la vista es invisible pero que es fundamental para el mantenimiento del mejor campo de juego del continente.

Además del moderno sistema de drenaje –que ya funcionó a la perfección en las primeras tormentas fuertes del año- se instaló una red de cañerías que tiene unos 17 kilómetros de longitud que está en todo el campo de juego y la misma sirve para mantener la temperatura ideal del campo de juego en cualquier época del año. La Ciudad de Buenos Aires atraviesa los primeros fríos intensos del año y el sistema de calefacción –a través de esas cañerías que están enterradas a unos 20 centímetros del césped- funcionó tal como se esperaba. Las cañerías calefaccionan o refrigeran (en verano) la zona de raíces y de allí es que se traslada la temperatura al campo de juego.

¿Qué temperaturas alcanzan las cañerías?

Para las bajas temperaturas en la superficie, el agua puede llegar a calefaccionar hasta 50 grados y en verano cuando es necesario refrigerar llega a la temperatura de cinco grados. Esta temperatura se programa desde un display que tiene sensores instalados en todas partes del campo de juego. Un dato importante es que la temperatura del agua, que se traslada directamente al campo de juego, se ajusta en el momento de la resiembra teniendo en cuenta la ideal para la semilla.