Carlos Auzqui e Iván Rossi son los dos de los futbolistas a los cuales Marcelo Gallardo les comunicó que no va a tener en cuenta y que deberán buscarse club. Mientras tanto, debido a que sus pases pertenecen a River deben entrenarse todos los días bajo las ordenes de un preparador físico en Ezeiza. La dirigencia del Millonario sólo le encontró equipo a Joaquín Arzura mientras que los demás esperan que se defina su futuro.

Durante las primeras dos semanas luego del parate por el coronavirus realizaron los trabajos en una de las canchas auxiliares del Estadio Monumental. Pero, debido a que el campo de juego de la cancha aledaño es de césped sintético y a que tampoco podían mudarse al terreno de juego principal porque está en remodelación, los futbolistas presentaron un reclamo para poder llevar adelante los trabajos en un terreno de césped natural. 

Es por esto que, desde aquel pedido, el cuerpo técnico de River decidió que puedan entrenarse durante todas las tardes en la cancha 4 del River Camp, que es la que usualmente suelen utilizar los futbolistas de las Divisiones Inferiores del club, bajo las órdenes del PF Ernesto Oriolo. De esta manera, no se superponen ni en los turnos ni en los mismos lugares de trabajo que el Muñeco diagramó para todo el plantel que se encuentra disputando la Copa Libertadores.

Es posible que varios de estos jugadores rescindan el vínculo con River, sobre todo Auzqui ya que su convenio caduca en junio del año que viene y una cesión a préstamo obligaría al club de Núñez a renovar su contrato hasta 2022. Rossi renovó con el Más Grande para intentar dejarle algo de dinero y cubrir parte de la inversión que hicieron con él. Además, está el caso de  los juveniles Morán Correa, Moya y Marcel Picazzo: sucede algo similar, porque tienen contrato hasta el 30 de junio de 2021 y River ya les extendió el vínculo en los préstamos anteriores. El único de ellos que podría renovar hasta 2022 es Moya, que regresa de Banfield pero tendría un par de ofertas del exterior.