"Daría cinco años de mi vida por jugar otro Superclásico"

(Incluye video) Facundo Villalba dialogó con La Página Millonaria Radio, recordó el gol clave que le convirtió al eterno rival en el agónico empate, por el Clausura 1997, y remarcó que haría lo imposible para volver a jugar un duelo de esas características.

Todavía se recuerda aquel gol tan importante que sirvió para remontar un 0-3. Hace más de 19 años, River recibía a Boca en el estadio Monumental y sufría. El rival de toda la vida le ganaba con el tanto de Néstor Cedrés y el doblete de Sergio Martínez. Incluso, Roberto Bonano le había atajado un penal a Roberto Pompei.

Sin embargo, sobre el final del primer tiempo, un gol de Sergio Berti sirvió para descontar y renovar un poco la ilusión. En la segunda parte, Villalba ingresó y generó el delirio de los hinchas. El Millonario se puso 2-3 y, sobre el final del partido, un cabezazo de Celso Ayala provocó la locura de los riverplatenses y la amargura de los de enfrente.

Luigi, uno de los jugadores fundamentales de aquella tarde-noche soñada, pasó por los micrófonos de La Página Millonaria Radio, programa emitido por Radio y Punto, y recordó aquel encuentro del Torneo Clausura 1997: “Tengo todo marcado. Me va a marcar para toda la vida, pero es la realidad. Cada detalle de ese día me lo acuerdo. El hecho de jugar un River – Boca es lo máximo que a un jugador le puede llegar a pasar. Lo tomé de esa manera porque desde los 10 años que estoy en River y ya lo soñaba de chiquito. Por suerte pude jugar varios Superclásicos, pero ese es el que más me marcó”.

“Hacía un año que no jugaba porque estaba recuperándome de la rodilla. Me tocó jugar la fecha 6 o 7 y venía jugando en todos los partidos de la Reserva, donde estaba haciendo goles todos los partidos. Justo la Selección tuvo que ir a jugar a Bolivia y tuvo que ir a hacer una adaptación a Tilcara. El equipo quedó diezmado y Ramón confió en mí, me llevó al banco y me tocó entrar. Soy un agradecido, a ese día lo llevo en mi corazón. Me ha dejado una marca imborrable”, agregó Villalba.

El exdelantero reveló que venía de pasar un momento complicado por una lesión y recordó las palabras que le dijo el preparador físico en el momento previo a ingresar al campo: “Fue un partido dificilísimo. Boca nos había avasallado futbolísticamente esa tarde-noche. Terminó el primer tiempo y yo ni entré al vestuario. Ramón me dijo que me quedara calentando con el profe Marcone. El profe me decía ‘mirá que es algo que vos venís desde hace mucho tiempo viviendo, acordate de lo que te tocó pasar con las lesiones, esto es un desafío para vos’. Cuando te dan esa moral y te tratan de levantar querés entrar y comerte la cancha. Es algo espectacular. A mí eso no me hacía falta porque soy de River, defendía la camiseta hasta la última gota de esfuerzo, y más contra el rival de toda la vida”.

En el momento de la celebración, Villalba intentó sacarse el manto sagrado, pero no pudo. ¿Qué quiso hacer?“Quería correr rápido para el medio y besarme la camiseta y no me la quería sacar del todo porque me iban a sacar amarilla. Quería hacer todo junto. Era una alegría tan grande que, más allá de que era el 2-3 nos poníamos a tiro del partido y estábamos a un gol con tiempo para festejarlo”, señaló.

El hombre de 43 años, quien se encuentra dirigiendo a la Reserva del Más Grande, advirtió que haría lo imposible para volver a jugar un Superclásico: “Sería un sueño. Daría cinco años de mi vida para volver a jugar aunque sea cinco minutos. Esos partidos te dejan una marca imborrable”.Y bromeó: “Pero es imposible, no puedo correr por las rodillas”.

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