Ayer por la mañana, el Tribunal Superior de Deporte (TAS) le puso un punto final al reclamo de Boca por los incidentes que se dieron a lugar el 24 de noviembre de 2018 en el Monumental, impidiendo que se juegue la vuelta de la final de la Copa Libertadores aquel día.

Como era de esperarse, se ratificó a River como el campeón de dicho torneo, respetando el 3-1 que el equipo de Gallardo consiguió en el estadio Santiago Bernabéu, en Madrid, España. Pero de igual manera, hubo castigo no solo para el club, sino también para su gente.

El primer partido de local ante Binacional ya iba a ser a puertas cerradas por las bengalas utilizadas en la ida de las semifinales ante el Xeneize el año pasado. Pero esa sanción fue impuesta por la Conmebol. Por ende, los dos duelo sin público en el Vespucio Liberti que el TAS decretó, se suman al anterior.

En conclusión, el equipo del Muñeco jugará toda la fase de grupos (ante LDU de Quito y Sao Pablo también) ante un gran silencio. ¿La única forma de que los hinchas puedan decir presente en algún duelo de local por la Libertadores 2020? Clasificar a octavos de final y luego de la Copa América, entre el 22 y 29 de julio, jugar dicha instancia, ya con presencia en las tribunas.

Según las últimas recaudaciones, se calcula una pérdida de unos 300 millones de pesos por no poder vender entradas en toda la fase inicial.