River no solo forma talentos en el predio de Ezeiza, sino que lo hace en distintas partes del continente y del mundo. De eso se trata el trabajo integral formativo: captar talentos locales y también los internacionales, sobre todo los chicos que juegan en barrios humildes y precarios, que tienen un inmenso talento por potenciar y descubrir, y que buscan vivir del fútbol para salvar a su familia. Una de esas historias es la de Diego, jóven venezolano oriundo de Maracaibo.

Los chicos en acción durante el campus en Caracas. (OCLC)

Los chicos en acción durante el campus en Caracas. (OCLC)

Manuel Nuñez dio a conocer su historia en las redes sociales, al entrevistar a Diego antes de embarcarse rumbo a su sueño. El jóven fue convocado por la agencia de representación OCLC, una empresa que trabaja con juveniles y tiene convenios con varios clubes a nivel mundial, y que además se encarga de reclutar talentos para los “Campus Draft” que organiza River en distintas ciudades de Venezuela, con el objetivo de mirar y evaluar posibles incorporaciones.

Juego desde los 6 años,empecé a hacerlo porque quería sacar a mi familia adelante. A mi mamá la quiero sacar de aquí. El fútbol da un amor muy grande“, dijo Diego, con la camiseta de Venezuela puesta y seguramente pendiente de su compatriota Salomón Rondón, en la pequeña entrevista que dio. Luego, se lo vio abrazado a su mama rompiendo en llanto al comunicarle la noticia de que viajaría a Caracas para sumarse a la estructura de River.

Lechecaría y Caracas fueron sedes de los campus que realizó el Millonario en estos últimos días. Se hicieron pruebas el 14, 15 y 16 de febrero, con presencia de entrenadores de las inferiores del Más Grande, y habrá dos mas, el 19 y 20, en la ciudad de Barquisimeto. Diego llegó a Caracas con su mama, fue recibido por personal de River, le obsequiaron una camiseta con el número 10 y ahora quedarán pendientes de su evolución como jugador.

Los jugadores que participaron de las pruebas recibieron un certificado.

Los jugadores que participaron de las pruebas recibieron un certificado.

La historia de Diego, en video