River pegó dos tiros en los palos, uno errado de manera increíble por Saviola, y se tenía que conformar con un punto en Liniers, hasta que apareció el goleador para darle la victoria al Millonario, que logró un buen triunfo antes de la semifinal de la Copa Sudamericana.
Con la mente puesta totalmente en la Copa Sudamericana, River tuvo un buen examen en Liniers y aprovechó la chance gracias a Lucas Alario, que volvió a ser el salvador, esta vez en el José Amalfitani.
El campeón de América fue de menor a mayor y, tras un primer tiempo en el que aguantó como pudo el empate y debió recurrir a un par de buenas atajadas de Julio Chiarini, fue el dominador del complemento.
Y estuvo a centímetros de abrir el marcador. Primero con un zurdazo bárbaro de Milton Casco desde afuera del área que dio en el palo izquierdo y luego con un derechazo sin arquero de Javier Saviola que insólitamente pegó en el poste derecho.
Ojo, La Banda también pudo perderlo. Vélez aprovechó algunas desatenciones y se acercó al área millonaria, con una defensa que tuvo buenas actuaciones en los centrales -Mammana y Vega-, cada vez más afianzados en Primera.
A falta de ocho minutos, y cuando ambos equipos comenzaban a conformarse con no perder, un rebote dentro del área del Fortín encontró al goleador donde tenía que estar. Alario la empujó y le regaló otros tres puntos al Más Grande.
River evitó así el cuarto partido consecutivo sin victorias en el campeonato y llega afilado para la semifinal del jueves. Ah, y con el goleador intacto. Con él, siempre es más fácil.