River contrató los últimos años a algunos posibles reemplazantes de “Krane”, pero ninguno pudo lograr la solidezy el rendimiento necesario. Por supuesto que la continuidad de Ponzio ha sido clave para mantener el control del círculo central, pero al equipo le hacía falta un complemento para Leo.Oalgún recambio que pudiera mostrarsea la altura de las circunstancias en los momentos importantes. Y ese lugar parece hoy parece empezar a cubrirse con Bruno Zuculini.

Una de sus mejores cualidades ha sido ingresar muy bien en los partidos calientes viniendo desde el banco. Se adapta rápido al contexto, y no le pesan las circunstancias. Durante el primer semestre del 2018 le costó encontrar su mejor nivel, pero con el correr del tiempo se fue soltando y se volvió una pieza confiable.

Hubo un partido bisagra para su confianza. La noche copera en Avellaneda en la que tuvo que entrar a la cancha luego de la expulsión de Ponzio. Allí fue uno de los estandartes del equipo para sostener el 0-0, y lo hizo además en un escenario que seguramente lo movilizó mucho debido a sus inicios como futbolista en el equipo rival.

Todo el conflicto posterior con la Conmeboly la suspensión pudo haberle jugado en contra a su confianza, sin embargo nunca se mostró debilitado. “Vine a ser mejor cada día. Mi objetivo es ser el 5 de River, y me sirve mucho tener un espejo como Ponzio adelante mío”, declarabaZucu hace unos meses, bien segurode sus metas y convicciones.

Y hoy no sólo se lo ve más ágil y lúcido en el juego, sino que además se lo nota muy compenetrado en el espíritu grupal del plantel. Como que fue encontrando de a poco los caminos para empezar a cerrar el círculo de adaptación al mundo del Más Grande.

Cada día más afianzado, adentro y afuera. Y cada partidosumando más puntos en la consideración de Gallardo. Zuculini ha sido el que más chances se ha ganado de todos los últimos reemplazantes que ha tenido el León, y va camino a ser esa gran variante confiable en el mediocampo que tanto nos hacíafalta en el último tiempo.