River arrancó el torneo con la pólvora mojada y en gran parte se debe a que sus delanteros no pudieron acertarle al arco. Las chances de gol no sobraron pero estuvieron. En los empates ante Defensa y Justicia y Atlético Tucumán y la derrota con Colón, el Millonario podría haber marcado por lo menos en una ocasión y su ineficacia lo llevó a irse con las manos vacías en los tres encuentros. Sí, es cierto que en los empates sumó dos puntos, pero la sensación que dejaron ambos partidos fue más de bronca por las unidades perdidas que de “satisfacción” por no haber perdido.
Braian Romero está en deuda con el gol hace varios partidos y no puede recuperar la confianza. Parece una frase hecha pero es verdad: el delantero convive constantemente con el gol y necesita de él para tener el autoestima en alto, sobre todo en clubes como River donde la competencia con los demás atacantes es constante. Anoche ante Colón, Braian saltó a la cancha a los 23 del segundo tiempo y al igual que en los últimos encuentros, tuvo una chance clara en el área que no pudo concretar.
Tras un centro desde la izquierda, el ex Defensa puso mal el pie en la puerta del área chica, le dio con la cara externa y la pelota se fue por arriba del travesaño. Ya lleva 13 partidos sin festejar (solo en tres fue titular) y Gallardo necesita recuperarlo porque hoy en día, al menos hasta la llegada de los refuerzos, es la única carta de gol que tiene en el banco de suplentes. La última vez que dijo presente en las redesfue el 13 de marzo en la goleada por 4-0 sobre Gimnasia de La Plata en el Monumental.