La salida de Julián Álvarez al Manchester City obligó a Marcelo Gallardo a reestructurar la ofensiva del equipo. La partida del mejor jugador del equipo de los últimos tiempos hizo que el DT busque la manera de que se sienta lo menos posible su ausencia. Ya probó poner juntos a Braian Romero y Lucas Beltrán y también jugar con un solo punta y con futbolistas que lleguen por los costados.
Las condiciones técnicas de Julián Álvarez lógicamente serán irremplazables, pero lo que Gallardo buscará será generar peligro de manera más colectiva. Para eso en este mercado de pases llegaron Miguel Ángel Borja y Pablo Solari y si bien ninguno de ellos es parecido en cuanto a las condiciones a Álvarez la realidad es que juntos pueden generar peligro y más si por la banda izquierda se vuelve a hacer dueño del puesto Esequiel Barco.
Pretender que el tridente Borja, Solari y Barco funcione aceitado desde el primer partido es pedir mucho, todo futbolista necesita un período de adaptación tanto al club como a la idea del entrenador como a sus compañeros. Pero la realidad es que la presencia de ellos tres en ataque ilusiona.
¿Qué aporta cada uno?
Barco ya está hace más de seis meses en el Más Grande y si bien todavía le falta regularidad en los rendimientos la realidad es que ya mostró pinceladas de su calidad. Es un jugador desequilibrante en el mano a mano, tiene muy buena pegada y puede lastimar siempre que agarra la pelota. Borja por su parte es potencia, olfato goleador, arrastrar marcas y es un futbolista experimentado que si empieza con el pie derecho puede ser clave para el River de Gallardo. Solari por su parte es gambeta, velocidad y desequilibrio individual.