La Copa Libertadores ofrece un sinfin de desafíos a la hora de afrontar viajes o de visitar diferentes estadios a lo largo y ancho del continente, y aquí radica una de las principales razones por las cuales se lo considera como una de las competencias futbolísticas más complejas del mundo. Y River en la serie de octavos de final de la actual edición no estará ajeno a esas complicaciones.
El equipo de Marcelo Gallardo enfrentará a Athletico Paranaense, un equipo con el cual ya vivió una experiencia muy importante durante la final de la Recopa 2019 y que cuenta con un factor extra en su estadio que puede ser determinante en el desarrollo del partido de ida de octavos de final, que se disputará este martes desde las 19:15.
El estadio “Arena Da Baixada” tiene una capacidad para 42.372 personas (Getty)
El césped del “Arena Da Baixada” es 100% de condiciones sintéticas, y hubo varios integrantes del plantel de River que sufrieron la adaptación a esta modalidad del campo de juego. Como buena señal, la mayoría de los que estuvieron el año pasado en ese estadio repetirán presencia mañana por la noche, y esa experiencia servirá a la hora del silbatazo inicial. En los días previos a aquella final Marcelo Gallardo pudo diagramar un entrenamiento en el campo de entrenamiento de Paranaense que tiene todas canchas de sintético, pero este año debido a las restricciones por la pandemia será imposible repetir dicha modalidad.
Cabe destacar que el conjunto brasileño acumula 28 puntos en 22 partidos en el Brasileirao y se encuentra en la novena posición del certamen, pero con la particularidad que ha salido victorioso de los cuatro últimos partidos. En el momento que se hizo el sorteo se encontraba anteúltimo y en puestos de descenso, y en la actualidad su realidad es completamente diferente.