Uno es arquero, el otro es el encargado de marcar goles. Sin embargo, hay muchos puntos de contacto entre las historias de Franco Armani y Miguel Borja que merecen ser contados. Empezando por los inicios de ambos protagonistas, que tuvieron que pelear desde muy abajo para superar ciertas adversidades y comenzar a codearse con las grandes ligas, la fama y todo lo que significa ser una figura reconocida en el mundo del fútbol profesional.

Franco Armani  viajó rumbo a Colombia con apenas 23 años. Luego de varios años remándola en el ascenso argentino, tuvo la posibilidad de salir de Deportivo Merlo y pegar el salto a Atlético Nacional. No fue como una primera opción sino como recambio. Y en el momento que parecía ser el dueño del arco verdolaga, sufrió una lesión que estuvo a punto de llevarlo al retiro. Ni siquiera él imaginó que pocos años después se convertiría en ídolo y figura de uno de los equipos más populares del país cafetero.

 

En el caso de Miguel Borja, se dio una situación similar a la del Pulpo de Casilda: más allá de iniciar su carrera en el Deportivo Cali, debió buscar minutos y continuidad en equipos que se disputan el ascenso a Primera y la lucha por no descender. Pasó por Cúcuta, Cortuluá y La Equidad, hasta que llegó la chance de jugar en el Livorno de Italia. La experiencia europa fue tan mala que perdió la categoría. Tras un breve paso por Olimpo de Bahía Blanca (le marcó un gol a River en el Monumental), regresó a su país, donde tuvo un rol secundario en Independiente Santa Fe y un año brillante en Cortuluá, donde terminó como goleador del torneo con 19 goles.

La historia quiso que los caminos de Franco Armani y Miguel Borja se unieran por primera vez en el 2016. El arquero, que ya venía en el 2014 de sufrir la frustración de perder una final de Copa Sudamericana ante el River de Gallardo, quería sacarse la espina y conseguir su primer título internacional. El delantero, que en 2015 logró alzar con la camiseta de Independiente Santa Fe el título que perdió el Pulpo un año antes en el Monumental, quería hacer historia en la Copa Libertadores. Ambos fueron claves en aquella obtención con Atlético Nacional.

 

Los caminos de Armani y Borja volvieron a separarse un tiempo después. El Pulpo fue contratado por River en el 2018, mientras que el atacante emigró al Palmeiras un año antes. Tuvieron una suerte dispar, es cierto, por el arquero millonario se coronó en campeón de todo y fue protagonista de la final más importante de la historia, mientras que al atacante no le salieron los cosas en Brasil, tiempo después perdió la categoría con Gremio y debió regresar a su país, donde continuó su carrera en Junior de Barranquilla.

Las vueltas del destino hicieron que esas historias vuelvan a cruzarse, ahora con la camiseta de River. Miguel Borja se convertirá en las próximas horas en nuevo jugador del Más Grande y se reencontrará con Franco Armani, compañero de viejas andanzas. Y si bien es cierto que no hay fórmulas mágicas en el fútbol, el sueño de conquistar la Copa Libertadores 2022 con los grandes protagonistas de la edición 2016 permanece intacto.