Lo que siente el hincha de River cuando escucha o ve a Ariel Arnaldo Ortega es difícil de explicar con palabras. Su humildad, su enorme jerarquía, sus años llenos de gloria vistiendo el Manto Sagrado hacen que todo lo relacionado al jujeño sea especial. En esta oportunidad se cumplen catorce años de una de sus joyas, y eso que tiene varias. El 5 de noviembre de 2006 llovía a cántaros, River recibía a San Lorenzo en el Monumental por la fecha 14 del Apertura y aquella tarde el resultado fue apabullante: 5 a 0 a favor del Más Grande.

Pero lo más recordado de ese 5 de noviembre no fue el resultado abultado en el clásico, sino el cuarto gol de River. Bajo una intensa lluvia, Ariel Ortega recibióabierto por derecha y comenzó a cerrarse, pero antes de entrar al área grande y cuando Sebastián Saja atinó a salir, el genio frotó la lámpara. El crack no tuvo mejor ideal que picarle la pelota a Saja que solamente puedo oficiar como espectador de lujo y ver como su arco volvía a ser vencido. El Monumental explotó, lo gritó más fuerte que cualquier otro gol, porque el que lo hacía era el ídolo.

Un relato muy especial

Atilio Costa Febre sigue la campaña del Más Grande hace tres décadas, pocos jugadores le generaron lo que le genera Ortega y esa tarde en un relato maravilloso lo demostró: “La adelantó y se escapó, que bárbaro, Chango, hacelo y me muero… Hacelo y me muero, Chango… La tiró por arriba… ¡Me voy! ¡Me voy! Basta para mí, te quiero hasta el final de nuestras vidas. Te amo futbolísticamente, siempre fuiste mío, Ariel… Un gol increíble”. En una visita a LPM TV durante el 2019, el Burrito contó que se emocionó al oír ese relato mucho tiempo después de haber convertido el gol. “Cuando escuché el relato de Costa Febre,me puse a llorar. En el momento no lo escuché porque jugaba. Pero cada vez que lo escucho me emociono”, reconoció el ídolo, que mantiene una relación especial con el relator.

De hecho, durante la cuarentena, Costa Febre entrevistó a Ortega en un vivo de Instagram, donde repasaron los mejores momento del Burrito con la camiseta de River, y en el final de la charla ambos se comprometieron a cumplir una promesa muy especial. ¿De qué se trata? De ir juntos a visitar a Chatrán (el tatuador del jujeño, que también le tatuó a Lito el escudo de River después de la final en Madrid) y grabarse en la piel la frase “Te quiero hasta el final de nuestras vidas”.