Matías Almeyda jamás pasa inadvertido para el Mundo River. Aunque divida opiniones entre los hinchas, debido a que tiene una enorme cuota de respaldo al mismo tiempo que genera rechazo, su punto de vista siempre es noticia.

El DT de San José Earthquakes se encuentra realizando la cuarentena en Estados Unidos. Allí aprovechó un rato de la tarde de hoy para protagonizar una charla de Instagram Live con el relator Atilio Costa Febre, de River Monumental.

Entre los temas que repasó el Pelado estuvo la enorme capacidad de Marcelo Gallardo: "Encontraron el hombre, no lo dejen ir. Tiene que ser una especie de Ferguson (NdeR: el DT escocés que tuvo Manchester United durante 27 años) del fútbol argentino. No es normal que un entrenador esté cinco años y que lo quiera tanto la gente".

"River tiene un excelente entrenador, una buena dirigencia y excelentes jugadores. Hoy River está por encima de los demás por muchos motivos. Va a pasar el tiempo para que un equipo supere a River. Puede perder un campeonato, pero a la larga va a terminar ganando porque es el mejor", analizó Almeyda, cuyo paso como entrenador del Millonario duró 16 meses.

¿Cómo veía al Muñeco cuando eran compañeros en River? "Marcelo siempre tuvo una personalidad fuerte. Era un gran jugador, con una velocidad mental impresionante, resolvía en milésimas de segundo con un toque", recordó el ex volante central de exitosa trayectoria y campeón de la Copa Libertadores 1996.

Si bien su salida en noviembre de 2012 fue traumática, Almeyda prefiere quedarse con el recuerdo a pensar en otro ciclo como DT de River. ¿Por qué? "Es impensado cambiar de entrenador en River. Entonces, ¿para qué vamos a hablar de un futuro? Los que queremos a River, queremos que Marcelo se quede", aseguró. "No cambia el amor que le tengo a la institución. Estuve en el momento que tenía que estar aunque haya sido difícil", agregó.

Pese a que no profundizó en detalle su etapa al frente del plantel profesional, el Pelado admitió que su idea de juego estuvo lejos de plasmarse. "No sé si alguna vez pude lograr ver al equipo como yo quería, ya sea por inexperiencia o por la necesidad", reconoció. "Fue una situación rara, complicada. Era joven, tenía 37 años, hubo cosas buenas y malas, pero siempre lo hice con mucha pasión", evaluó.

"Todos sabemos que hubo un poco de todo. Los clubes son el reflejo de los países, de la economía. Si vos te manejás mal, tarde o temprano tocás fondo. River se empezó a manejar mal, no podía contratar jugadores", explicó. Y amplió: "Después estuvo la parte de Grondona con Passarella, que no se querían. Hubo partidos raros. El día que jugamos con Boca fue raro, cambiaron el árbitro a las doce de la noche. Durante todo el partido le decía a Loustau que yo no era parte del sistema. Me dijo 'te voy a echar' y me echó. ¿Vos te acordás cuántos penales no nos cobraron? Si hubiese estado el VAR, hubiera sido diferente". Sin embargo, rescató algo de todo lo malo: "Siempre hay que tocar fondo para que ese resorte rebote y te lleve para arriba".

"Desde que me fui, habré hablado dos o tres veces. Yo no le guardo rencor a Daniel. Cuando decidió echarme, fui a su casa y le dije 'Daniel, ya todo el mundo está diciendo que está Ramón. Yo no tengo problema'. Entendía que venían las elecciones y también del amor de Ramón", confesó el hombre de 46 años.