Llamó la atención que Boca juegue de esa forma en el estadio Monumental. Es que su apática presentación no fue producto de la vorágine del encuentro: desde el vestuario, los futbolistas del eterno rival sabían que esa iba a ser la estrategia a implementar. Y quien bajó esa línea fue Gustavo Alfaro, entrenador del Xeneize desde inicios de 2019.

Entonces, y ante la pregunta de todos los hinchas (no sólo de River, sino de ellos también), el propio DT azul y oro explicó los motivos por los que decidió desempeñarse de esa forma en Núñez. Ah, también admitió la inferioridad frente al plantel de Gallardo: “River es un equipo rodado con cinco años de trabajo, con un pico alto de confianza. Boca está tomando su dimensión con trabajo. Nosotros renovamos cada 30 días el plazo fijo; antes fue con Paranaense, ahora con Liga, y con River. Mientras tratamos de consolidarnos con el equipo, de esa manera hay que ir incrementando la confianza”.

“La verdad es que fue clásico muy intenso como pensaba que iba a serlo. Sabíamos que veníamos en una etapa de construcción contra un rival en pico alto de confianza. Las cosas que uno puede presumir o pensar, una cosa es verla en un video y distinto es vivirla en la cancha. Para nosotros fue muy importante el partido que jugamos, era una manera de medirnos de cara a lo que va ser en semis de Copa", continuó argumentando Alfaro. Y sí, era previsible.