Imagen fría y deslucida la que dejó River en la noche del Monumental. En un flojo partido no pudo pasar del empate ante Newell’s, que llegaba con muchos problemas generados por tres derrotas consecutivas y una eliminación entre semana por Copa Argentina frente a Central Córdoba.

Muy discreto primer tiempo. Apenas algo mejor en la segunda mitad, pero no alcanzó para ni siquiera poder romper el cero en el arco de enfrente como venía sucediendo desde el 24 de septiembre de 2022. Se cortó la impresionante cantidad de 43 partidos anotando goles de manera consecutiva jugando como local. Y no solo este dato estadístico provoca el empate sin goles. También se llega a cuatro igualdades de manera consecutivas por la Liga Profesional.

No puede ganar desde la noche frente a Sarmiento de Junín, cuando Franco Mastantuono la colgó de un ángulo tras una magistral ejecución de un tiro libre. Son muchos los puntos que el equipo va resignando en el camino. Consiguió solo cuatro de los últimos 12 en disputa. Esta racha más las tres derrotas del inicio de campeonato no solo ponen en riesgo la pelea por un nuevo título a nivel nacional, sino que además empezamos a mirar de reojo la ubicación en la tabla general que es la que otorga plazas para la próximas Copas internacionales del 2025. Hoy está en zona de Sudamericana pero muy cerquita de los puestos de Libertadores. El foco por ahora no pasa por ese lado. Tranquilidad, que falta mucho. Sí hay que poner la mirada en los 17 puntos conseguidos sobre 36 posibles y en los siete de diferencia que lo separan del puntero, Huracán.

Es grande el contraste entre el ámbito local y el internacional. Por la Liga van 12 partidos jugados, con cuatro triunfos, cinco empates y tres derrotas, mientras que por la Copa de los ocho encuentros disputados ganó siete, solo empató uno y no conoce la derrota.

Marcelo Gallardo no se fue del todo conforme tras el empate con Newell’s.

Marcelo Gallardo no se fue del todo conforme tras el empate con Newell’s.

Ganar la quinta Copa Libertadores: para eso volvió Marcelo Gallardo a River

¿Hay otra motivación? ¿Existe otro incentivo? ¿El equipo se llena para la Copa y se vacía para el campeonato? Sin tener las precisiones necesarias para responder con exactitud estas preguntas, sí notamos y tenemos claro que el principal objetivo de acá a fin de año es levantar el 30 de noviembre la quinta Libertadores de la historia del club. Para eso se reforzó River y para eso volvió Marcelo Gallardo.

En el torneo es un equipo al que le cuesta jugar bien. No se impone en los trámites de los partidos ni hace sentir incómodo a los rivales. En la copa apareció un espíritu competitivo. Aún sin brillar en el juego muestra una actitud positiva diferente. Concentrado y preparado para pelear cada pelota como si fuera la última. Dando la talla en el carácter y la personalidad necesaria para resolver una llave de 180 minutos.

El River de Gallardo, nombre por nombre

Hasta ahora el “River de Gallardo” tiene mejor rendimiento defensivo que ofensivo. Germán Pezzella es la gran figura y un verdadero salto de calidad, Fabricio Bustos se acopló muy bien y el debut de Marcos Acuña fue aprobado. El diagnóstico fue el correcto. Había necesidad de armar de atrás para adelante y así se hizo. Ahora falta crecer en lo ofensivo. Que fluya el juego. Que aparezcan las asociaciones y encontrar los mejores intérpretes para diseñar un ataque temible.

Marcos Acuña hizo su debut en River. (Foto: Getty)

Marcos Acuña hizo su debut en River. (Foto: Getty)

El 9 es indiscutible pero falta confirmar quién es su mejor compañía. Maxi Meza tiene clase y va a rendir mucho aunque todavía no quede claro si irá por izquierda o por derecha. En la competencia entre talentos de inferiores para ver quién se afianza antes como titular parece estar un poco mejor Claudio Echeverri que Franco Mastantuono. Y después, si repasamos el plantel, sobran los nombres para ocupar los puestos de mitad de cancha hacia adelante, aunque posiblemente ninguno hoy esté atravesando un gran presente futbolístico.

Aire para trabajar de cara a Colo Colo y Boca

Gallardo tiene mucho por trabajar y él lo sabe. Que repita en cada conferencia de prensa que se subió a un tren en marcha no es casualidad. En solo 20 días de gestión ya disputó cinco partidos y entre ellos una llave de Octavos de Final de Copa Libertadores. Había urgencias y poco tiempo de ensayo. De cara a Independiente tendrá su primera semana larga de trabajo. Luego vendrá el receso por las Eliminatorias que será un período ideal para preparar al equipo de cara a los partidos con Colo Colo y con Boca. Es confiar y creer en la capacidad del entrenador y todo su cuerpo técnico para que River pueda ir tomando el vuelo y funcionamiento deseado. Lo de Newells fue feo, pero lo importante era Talleres. Si contamos los cinco partidos del ciclo del Muñeco posiblemente este, frente a los rosarinos, haya sido el más flojo hasta ahora si tenemos como atenuante que contra Gimnasia jugó un equipo muleto.

Es lógico después de un gran esfuerzo físico y mental, como fueron los choques con el equipo cordobeses, la intensidad baje y cueste el siguiente compromiso. No es para preocuparse. River se hizo fuerte cuando tenía que serlo y consiguió el resultado que debía conseguir. Nunca hay que desviarse del objetivo principal, aunque el campeonato también lo sea y empates como estos no suman para nada. El DT toma nota, se ocupará y eso nos serena a todos porque sabemos y coincidimos en que River está en muy buenas manos.