Lo que vimos todos lo sintieron los propios protagonistas. Por cómo se dio, el empate en Chile terminó siendo positivo para River, que lo pudo perder pero rescató el 1-1 que le permitirá definir la serie de cuartos de final de la Copa Libertadores 2024 de local. Pero hubo actuaciones flojas: ¿Quiénes fueron los desaprobados vs. Colo Colo?
El Millonario tuvo un gran arranque de partido. Eléctrico, punzante, y como le gusta decir a Marcelo Gallardo, presente en el campo para el juego y la disputa. Pero el correr de los minutos lo fue desdibujando, en parte por el bajo nivel de algunos futbolistas que jugaron desde el minuto cero y por el flojo ingreso de algunos suplentes.
En este segundo rubro, el principal apuntado es Rodrigo Villagra. Entró a los 18′ del complemento para darle una mano a Matías Kranevitter, pero ante la salida con molestias del Colo, el ex Talleres debió hacerse cargo del eje central, con el ingreso de Nicolás Fonseca como rueda de auxilio. Sin embargo, fue otra preocupante actuación de RV23, quien tocó 17 veces la pelota y 7 de ellas la perdió. Como agravante, no tuvo ninguna recuperación en su media hora en cancha. Por ahora, ni la mini pretemporada parece haberle alcanzado para, al menos, ponerse a tono.
Los desaprobados de River ante Colo Colo en Chile
Villagra no fue el único que quedó en el debe. Es que de los titulares, y sin dejar de mencionar la zonza expulsión de Paulo Díaz, Santiago Simón, Maxi Meza y Claudio Echeverri no tuvieron un buen partido. El oriundo de José C. Paz nunca se sintió cómodo porque ofrece despliegue y sacrificio, pero lo suyo es el juego y no el roce. Aunque en esa línea tampoco estuvo fino: erró 11 de los 25 pases que intentó. Sin embargo, permaneció en campo durante 89 minutos.
Distintas las situaciones de Meza y Echeverri. Fueron los primeros dos cambios que dispuso Marcelo Gallardo porque no le ofrecieron soluciones ofensivas ni creativas, y tampoco dieron una mano en el trabajo defensivo. No porque no hagan el desgaste, sino porque no lo tienen entre sus cualidades.
El Diablito tuvo un picante arranque, parándose detrás del 9 para ser el hilo conductor de las rápidas transiciones post recuperación. Pero en un trámite friccionado, sintió el rigor y se lo notó fastidioso, acelerado y mal en la toma de decisiones. El ex Independiente y Monterrey, por su parte, no fue gravitante en ningún sentido y en ningún pasaje del partido. Poco participativo, errático y hasta lento, sin ese cambio de ritmo que mostró en sus primeros juegos con el Manto Sagrado. Salió tocado y podrían hacerle estudios.
El párrafo final es para Miguel Borja. Nadie duda de su capacidad goleadora y de los pergaminos que le hicieron ganarse ser el 9 de River. Pero en Chile una vez más estuvo en falta. Batalló, retrocedió, molestó y realizó un interesante trabajo sucio, pero no estuvo nada fino en un par de oportunidades muy claras. Es cierto que, por características, siente cuando la pelota no le llega. Pero decidió mal en dos jugadas de ataque, cuando su virtud es no perdonar en la que tiene. Tampoco pudo ser un descanso para River jugando de espaldas, aguantando, pivoteando y ganando faltas.