Ayer, Azul vivió un domingo distinto. Es que cuando nadie lo tenía previsto comenzó a correr el rumor de que Franco Mastantuono estaba en la ciudad, que había regresado al lugar donde nació y que, además, estaba jugando al tenis como uno más en el Club Remo de Tenis, allí donde pasó buena parte de los primeros años de su vida, cuando pintaba para crack del deporte de la raqueta.
Efectivamente, luego de jugar el Mundial de Clubes con River y regresar desde los Estados Unidos, Franco pasa unos días de vacaciones antes de unirse al Real Madrid, su próximo destino futbolístico, y aprovechó para volver al hogar. El último fin de semana, en ocasión del cumpleaños de Sofía, su mamá, viajó hasta Azul y visitó familiares y amigos, entre ellos a Bautista Vulicich, tenista de la ciudad, N°178 del ránking ATP, con quien pelotearon en el club.
Franco Mastantuono con Sofía, su mamá.
La sorpresa fue general, pero en particular de Gonzalo Vidal, destacado odontólogo de la ciudad, pero sobre todo un apasionado del tenis, además de dirigente relacionado al deporte que lo conmueve. Fue a él a quien le escribieron para pedirle permiso para pelotear. En diálogo con La Página Millonaria, Gonzalo contó la sorpresiva visita, lo que vivió junto a Franco Mastantuono y repasó algunas anécdotas de cuando el ya ex jugador de River vivía en el club.
¿A qué te dedicás?
– Soy odontólogo
Ah, porque me habían dicho que eras profe de tenis…
– Jajaja, también, también, pero soy odontólogo y de tenis digamos que soy un apasionado. Hice el curso de profe de tenis en la AAT y ahora ocupo el cargo de Presidente de la Federación de Tenis del Centro de la Provincia de Buenos Aires y estoy en la Subcomisión de Tenis del Club de Remo de Azul.
Como dijo, Gonzalo es odontólogo de profesión, muy reconocido en Azul, pero su pasión tiene una raqueta y una pelota de tenis. Es, de hecho, el presidente de la Federación de Clubes de Tenis del Centro. “Toda la vida jugué, pero nunca competí. Las vueltas de la vida me llevaron a ser dirigente, me gustó muchísimo y me hizo reencontrarme con mi deporte favorito a través de cual trabajamos mucho en el acompañamiento y formación de menores que apuntan al circuito nacional”.
De izquierda a derecha: Bautista Vulicich (tenista), Franco Mastantuono, Florencia Squirru (titular de la Subcomisión de Tenis del Club de Remo, de Azul) y Gonzalo Vidal.
¿Y uno de esos chicos fue Franco?
– Exactamente. Franquito (así le llamará a lo largo de toda la entrevista) competía, tenía un muy bien nivel, estaba entre los mejores del país y en ese momento hacía las dos cosas, tenis y fútbol, y bueno, obviamente que después se definió por el fútbol, lo vino a buscar River, la primera vez no se fue y ya en la segunda vez que vinieron por él, ya era un poquito más grande, tenía 13 años, y se fue.
¿Cuál es tu primer recuerdo de Franco, aquel nene de Azul que conociste, y que hoy es un futbolista del que habla el mundo?
– Y… lo veíamos en el club y bueno, a mí me ha tocado jugar partidos con él cuando tenía que preparar torneo de tenis, un recuerdo hermoso porque de alguna manera lo ayudaba a competir en ese entonces, de chiquito, cuando también se hablaba de él como una figura del fúbol local.
¿Cuál era tu cuota en la formación de Franco?
– Yo era dirigente, colaboraba en la Subcomisión de Tenis, pero a veces el padre me pedía que juegue algún partidito con él como para que pudiera preparar algún torneo. Después estaban los profes que eran Luis Delgado, que era su entrenador; Ignacio Poblet, que era el entrenador también de la escuelita, Esteban Leiva, Agustín Manchini, que hoy está en Dubai, los PF, pero yo era dirigente y mi función tenía que ver con acompañarlos en la organización para viajar a los torneos nacionales que se hacían en Córdoba, en Mendoza, en Salta, por ejemplo, acompañarlo económicamente, que es muy difícil, como se sabe.
Franco Mastantuono, con 12 años, cuando asomaba como una de las promesas del tenis nacional.
¿Cómo cómo era Franco en ese entonces?
– Era un muy buen chico, la familia lo acompañaba a todos los lados y cuando jugaba era muy competitivo. Después, como persona es un chico muy sencillo, tiene mucho carisma y es muy tranquilo, realmente, a pesar de ser una súper estrella del deporte mundial y creo que el tenis influyó un poco por ahí en en esa formación, más allá de la familia, obviamente, de la contención familiar, pero creo que los valores que el deporte le inculcó como el compromiso, el esfuerzo, la honestidad, el aprender a sobrellevar la derrota y demás, pero todo eso también lo ha formado como persona. Eso tratamos de inculcarlo a todos los chicos en la escuelita.
¿Con qué rasgo del Franco que vos conociste te quedás como saliente?
– Bueno, yo no estaba con él en el día a día, pero cuando jugaba contra él, que tenía 12 años, lo que recuerdo es que se enojaba porque era supercompetitivo, no le gustaba perder, ¿viste? Eso es lo que recuerdo.
Sorpresa en Azul: la visita de Franco Mastantuono al club de tenis que lo formó
El domingo 6 de julio, la ciudad bonaerense de Azul amaneció fría y nublada. Reinaba la calma y el clima determinaba la conducta de la población: los vecinos estaban en su mayoría dentro de sus casas, aprovechando la tranquilidad de un día no laborable.
En eso estaba Gonzalo Vidal cuando recibió un mensaje de whatsapp: “Gonza, queremos ir a pelotear un rato con Franco, ¿puede ser?”, le preguntaba Bautista Vulicich, actual N°718 del ránking de la ATP que, como Franco, es nacido en Azul y con quien comparte amistad. “Eran las 10 de la mañana, más o menos, y veo el mensaje. ¡Y le dije que sí, obviamente! jajaja”, dice Gonzalo a La Página Millonaria.
¿Cómo fue la visita? ¿Pudiste hablar con él?
– Sí, sí, fui a acompañarlos. Yo tengo una muy buena relación con Bauti y con Franco, y estuvimos charlando un rato, le pregunté si estaba jugando al tenis y me contó que sí, que estaba jugando un poquito y que ahora, como está de vacaciones, quería jugar porque le gusta y nunca lo dejó. Además, cada vez que viene y puede, pelotea un rato en el club porque además lo relaja.
¿Lo notaste contento de estar en Azul?
– Sí, siempre le gusta. Había llegado el día anterior, el sábado, porque era el cumpleaños de Sofía, la mamá, y bueno, al mediodía iban a comer un asado y a la tardecita ya se volvían para Buenos Aires. No quise preguntarle mucho de todo lo que se habla, pero me comentó que a fin de mes viajaba para Madrid. No sé si volverá para Azul en algún momento antes de viajar, estimo que por ahí sí, pero no quise ahondar mucho porque él estaba disfrutando del tenis.
¿Cómo vive la ciudad el fenómeno Mastantuono, primero con River, después con la Selección y ahora con rumbo al Real Madrid?
– La ciudad está feliz por él, obviamente. Que River lo haya seleccionado y lo haya tenido en su escuela, que lo haya formado también tanto futbolística como personalmente es algo que nos causa mucho orgullo, porque ayer cuando lo vimos, vimos una persona normal, el chico de Azul, ¿viste? Obviamente que en Buenos Aires lo deben vivir distinto, porque bueno, acá en el club era sinceramente una persona super relajada, super tranquila, estaba feliz, saludó a todos, estaba predispuesto y contento de estar en su ciudad, con su familia y amigos.
Franco Mastantuono conquistó al mundo en el último Superclásico.
Es un chico muy apegado a sus afectos, ¿no?
– Sí, sin duda. Su familia lo acompaña todo el tiempo, pero sin cambiar lo que es habitual para ellos. Su mamá trabaja, su papá también, los hermanos hacen deportes. Si bien se mudaron hace un tiempo, lo hicieron mucho antes de que explotara lo de Franco, hace cinco años, más o menos, y cada tanto ves que van a la casa y le piden algún autógrafo, peor no mucho más. Acá los respetan muchísimo. Me acuerdo que a fin del año pasado tuvimos la suerte de hacer un torneo internacional de tenis en el club luego de 23 años y estábamos ahí en el quincho y aparecen cinco chicos, nos damos vuelta y uno era Franco y el resto eran sus amigos. Estaban preparando mate y era uno más, como los demás.
Amigos y familiares de Franco Mastantuono en el Monumental.
¿De la visita de ayer te quedó alguna parte destacada de la charla que tuviste con él?
– No, mirá, como te dije. No hablé mucho de lo que viene. Sí él me dijo que se iba a vivir solo a España, que los padres van a ir obviamente a visitarlo, pero en principio él se va a ir solo. Los padres se irán turnando, por ahí la hermana, para acompañarlo, pero no sería la decisión trasladarse porque los padres trabajan acá y el hermano más chico, que ya tiene 15, juega al fútbol acá también.
Cristian y Sofía, los padres de Franco, Lucila y Valentín Mastantuono (FOTO: Facebook, Cristian Mastantuono).
Por lo que compartiste, destacás permanentemente que viste al Franco de siempre…
– Sí, sí. La verdad que me dio una alegría enorme poder compartir con él un rato, poder verlo disfrutar en su club, en su ciudad y que sea una persona totalmente normal, digamos. Un poco me emociona haberlo visto así porque el club es parte de él y es muy lindo más allá de su trayectoria en el fútbol y de que sea súper exitoso.
