Se pedía una primera gran reacción temprana en el mundo River pensando en el mercado de pases actual y sabiendo que el paupérrimo 2025 futbolístico obligará a que las decisiones de cara al 2026 tendrán los márgenes de error totalmente mínimos para no volver a caer en el pozo futbolístico donde transitamos toda la temporada pasada.

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Y llegó incluso antes de la Navidad el primer gran golpe sobre la mesa que comenzó a dejar un principio de ilusión de cara a ver un equipo renovado desde el funcionamiento y bien reforzado en puestos determinantes de la columna vertebral que marcarán el estilo de juego del próximo River. Las llegadas confirmadas de Fausto Vera y sobre todo la de Aníbal Moreno aliviaron bastante las ansiedades, y se celebra además las condiciones en las que llegaron esos regalos adelantados a las fiestas.
Hace mucho tiempo la liga brasilera es la más poderosa del continente no solo desde lo deportivo, sino sobre todo desde lo económico. Y no es sencillo encontrar en la misma semana dos oportunidades de mercado en futbolistas de mediana edad en plenitud provenientes de aquellas tierras, independientemente de sus presentes deportivos. River se movió rápido y con mucha reacción, y además fue efectivo desde las formas con un préstamo accesible con opción de compra por Vera y con una inversión un poco más grande por Moreno pero prácticamente por la mitad de lo que se hubiera esperado, sabiendo además que se adquirió la totalidad de su pase.
La mitad de la cancha en su todo como funcionamiento fue la línea más floja del equipo a lo largo de este año. La que hizo temblar más en demasía a la defensa y la que provocó que al ataque no lleguen tantas pelotas límpias ni demasiado acompañamiento. Y había que hacer una cirugía mayor en la zona comenzando por quien debía ser el abanderado y próximo dueño del círculo central, después de tantas grandes inversiones fallidas del último tiempo en ese puesto.
Moreno, si bien no tuvo la continuidad deseada esta temporada, es un jugador que ya mostró sus credenciales de jerarquía tanto en Racing como en Palmeiras, y a tan solo seis meses del Mundial sabe que la vidriera de River le hará jugarse su última gran ficha para meterse en la lista definitiva de Scaloni, por lo que también sacará a relucir esa buena sangre en el ojo para mostrar su mejor nivel. Y desde las características trajimos un 5 que definitivamente hace match con el estilo y las necesidades de un equipo que quiere ser protagonista con pelota en campo rival.
Y si bien a Vera le destacamos más todo lo mostrado en el 2024 en Atlético Mineiro que su floja actualidad no deja de ser un futbolista que en sus mejores condiciones será un auxilio muy complementario para Moreno. El gran desafío que tendrá Marcelo Gallardo ahora será encontrar en el plantel un tercer volante que con dinámica y desequilibrio sea la pieza restante y confiable que hace falta para conformar la nueva mitad de la cancha.
Es que todos los grandes equipos que formó el Muñeco a lo largo de su primera etapa tuvieron el sello distintivo de haber sido identificados con mediocampos que dejaron huella. Desde Sánchez-Ponzio/Kranevitter-Rojas del 2014, hasta Enzo-Pala-Nacho-De La Cruz-Juanfer del 2019. Desde allí se generaba una energía y un contagio por el trato de la pelota y la dinámica que envolvía al resto de las líneas y nos hacía dominadores del trámite de los partidos desde la presión y la tenencia. Y eso es lo que tenemos que replicar en el 2026 para volver a ser un equipo protagonista de verdad a nivel nacional y continental.
¿Cuáles deben ser los próximos pasos en el mercado de pases?
Todavía quedan algunos puestos a cubrir en el plantel sobre todo pensando en el recambio. Con el puesto del 5 cubierto ahora las grandes prioridades pasan a ser cubrir a los laterales con buen recambio y, si aparece alguna otra buena oportunidad de mercado, que llegue un gambeteador desequilibrante para darle mejores opciones al ataque.
Pero el primer gran paso y más necesario ya está dado y con creces. Ahora hay que empezar a hacer funcionar la máquina de una vez por todas, porque los nombres propios por sí solos nunca garantizan éxito. Pero lo que queda bien en claro es que River movió muy bien las primeras fichas y reaccionó de la manera que hacía falta.





