La temporada 2025 fue deportivamente una de las más dolorosas que se recuerden para River, y no solo dejará enseñanzas para el futuro sino que además minimizó al extremo absoluto los márgenes de error para un Marcelo Gallardo que sabe que enfrenta quizás su mayor desafío desde que es entrenador, y es el hecho de revertir en lo inmediato una imagen futbolística que hoy por hoy está en el más profundo de los subsuelos.

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Es por esto que este mercado de pases veraniego de cara al 2026 pasa a tener una trascendencia suprema a la hora de las primeras grandes decisiones, y allí es donde River desde su flamente dirigencia apunta a sustanciales cambios o nuevos mandamientos para marcar un camino diferente, donde veremos al final del camino si las metodologías terminaron dando resultado.
Si bien ningún equipo del fútbol argentino ha incorporado nuevos futbolistas todavía, River sí es el que puso primera sobre el resto a la hora de la búsqueda profunda de jugadores pero con algunas salvedades. Por un lado la estrategia fue dar a conocer varios nombres propios en la mayoría de los puestos a reforzar con el objetivo de encontrar mejores precios a la hora de negociar, más allá que como es habitual se suele trabajar mucho desde las sombras con otros apellidos tapados que todavía no sonaron públicamente.

Gallardo afrontará un 2026 en el que no tendrá margen de error, especialmente en el mercado de pases.
Y por el otro se dejaron entrever dos caminos dentro de un mismo punto de llegada. Primero el hecho de reconocer que el presupuesto tope para traer jugadores no se moverá de los 20 millones de dólares, y segundo que la modalidad principal para traer a esos futbolistas serán préstamos con opciones de compra negociables en buenos términos desde las cifras.
Y creo que es aquí donde aparece el factor o mandamiento que para mí es el más importante y rescatable. Porque esta nueva modalidad de priorizar las cesiones trae consigo un factor fundamental, y es el hecho de entender que a partir ahora el enorme porcentaje de futbolistas que lleguen deberán ganarse netamente en cancha los contratos largos y las compras definitivas de sus fichas, demostrando con buenos rendimientos que merecen vestir la banda roja. Si estuvieron a la altura, seguirán en el club. Y si no lo estuvieron, estará garantizado que no será por más de un año.

Mariano Barnao ocupa un rol clave en River y encabeza casi todas las negociaciones en el mercado de pases.
River venía invirtiendo en los últimos tiempos en apuestas con valores excesivos que no le terminaron dando resultado, y eso tanto desde lo económico como desde lo deportivo terminó siendo deficitario. A partir de ahora habrá un filtro con ese período de prueba que parten desde cada préstamo que servirá para no tomar decisiones apresuradas sobre todo desde el bolsillo, y este es un punto que merece ser destacado y que va a potenciar la competencia interna dentro del plantel.
El último mandamiento: las oportunidades de mercado son más importantes que el apuro
Si bien siempre es clave y provechoso tener a los refuerzos desde el inicio de la pretemporada, la sensible situación deportiva invita a priorizar los nombres propios y las buenas oportunidades que puede ofrecer el mercado a lo largo del tiempo por sobre el apuro, sabiendo además que el equipo no tiene finales por disputar en los primeros meses del semestre, que la fase de grupos de la Sudamericana comenzará recién en abril, y que el hecho de traer la gran mayoría de jugadores a préstamo provoca que los clubes vendedores primero esperen ofertas más ostentosas por ventas que por cesiones.

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Pero eso sí, sabiendo que hay puestos muy importantes de la columna vertebral como es el del volante central donde River no se puede dar el lujo de fallar más, si hay una oportunidad firme de traer un refuerzo de calidad probada ahí sí se deberá invertir fuerte y con los ojos cerrados sin pensar en préstamos ni nada que pueda hacer escapar esa chance. Una bala de gasto fuerte hay que tener contemplada en esa posición que estamos necesitando como el agua, pero apuntando bien alto a lo seguro y ya no más a esos apellidos que no han triunfado en otros lados y que se los trae como grandes apuestas.





