La salida de Miguel Borja de cara a la conformación del nuevo plantel se sentirá más desde las características que desde los rendimientos, y uno de los grandes debates de este mercado de pases pasa por entender de qué manera será mejor tapar ese hueco para el 2026. ¿Hay que salir desesperados a conseguir un nueve sin demasiadas opciones firmes y confiables dando vueltas o es un momento ideal para parar la pelota y mirar bien para adentro?

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Agustín Ruberto durante el correr de la pretemporada cumplirá 20 años, y trae en el lomo un rodaje bastante suficiente no solo en la Reserva sino en un recorrido sostenido por las selecciones juveniles, donde solamente la grave lesión de rodilla sufrida en el inicio de este 2025 le frenó un poco el carro en el crecimiento. Y terminó el año sumando buenos minutos en el equipo de Marcelo Escudero para terminar a pleno su puesta a punto de cara a un 2026 donde se espera mucho de él.

Ruberto debe tener rodaje en River durante 2026.
En un mercado de pases donde River ya invirtió fuerte en Anibal Moreno, donde el tope presupuestario tiene un límite sabiendo además que los goles y la jerarquía en ese puesto se pagan más caro que cualquier otra cosa en el fútbol, donde hoy por hoy es más prioritario y conveniente reforzar otras posiciones en las cuales falta un mejor recambio, y donde además en ese lugar puntual de la cancha no aparecen grandes nombres potables que tengan alguna chance de venir como ocurrió con Moreno, creo que no hay excusas válidas para no apostar a Ruberto.
Y sabiendo también que el 2026 abrirá a mitad de año otra ventana de mercado donde puede haber más posibilidades para reforzar el puesto en caso de ser necesario, de cara a lo realmente importante se jugará en el segundo semestre donde enfrentaremos las etapas más decisivas. ¿Por qué no darle en este contexto todo el primer semestre a Ruberto para que busque pisar fuerte sin sumar a algún nombre que otra vez lo saque un poco de la escena y no le permita tener los minutos que se merece?
Es cierto que River a lo largo de la temporada careció principalmente de volumen de juego colectivo, y que en ese sentido los delanteros terminaron siendo en gran parte víctimas de un sistema que atentó contra el potencial y las virtudes del andamiaje ofensivo. Pero también sobre todo en el segundo semestre hemos sufrido falta de determinación y eficacia, y allí es donde las cualidades de Ruberto pueden salir a la luz.
El pibe siempre demostró tener el arco entre ceja y ceja, y se lo nota decidido y también con recursos a la hora de terminar las jugadas. Si el equipo desde atrás logra abastecerlo en situaciones favorables podemos encontrar en él un delantero confiable con el gol, teniendo en cuenta además que River viene de un último semestre del 2025 donde el máximo artillero en el Torneo Clausura fue Giuliano Galoppo siendo volante. Y además tiene ese despliegue que el Muñeco exige para que los delanteros sean los primeros defensores a la hora de ejercer la presión alta en campo contrario.
Apostar a los pibes fue una receta que nos dio muchos frutos con el gol
En los últimos 20 años desde Cavenaghi, Higuaín y Falcao hasta Julián Álvarez y Beltrán, River encontró grandes goleadores más confiables apostando a las Inferiores, y esa es una receta que siempre va a resultar un buen pleno para coronar y buscar la suerte. Y además cuando se trata de un pibe del club hay un proceso de adaptación a la camiseta que ya está superado, y por otra parte la paciencia del hincha se vuelve mucho más permeable con los chicos.
Hagamos la apuesta fuerte en Ruberto de mínima hasta junio, entendiendo también que tanto Sebastián Driussi como Facundo Colidio por características pueden jugar de 9, y enfoquémonos en terminar de armar el plantel reforzando lo que hoy resulta mucho más urgente en el mercado, como las variantes en los laterales y la llegada de algún futbolista que aporte gambeta y cambio de ritmo.





