logotipo del encabezado

Análisis: el River que queremos todos es el que le ganó a Boca

El equipo de Gallardo firmó su mejor función en 2025. Dominó al rival con ideas y actitud. Fue la perfecta combinación de juego y espíritu.

matías muzio quinterno
ANÁLISIS | El River que queremos todos
ANÁLISIS | El River que queremos todos

Espíritu y juego. O juego y espíritu, como prefieran. Ese fue que el combo que nutrió a River para dominar a Boca y para ganar el superclásico. No fue una cosa o la otra. Fue algo integral. Recursos en armonía mientras duraron las baterías. El Más Grande fue el retrato de un equipo comprometido para construir y para recuperar. Mientras le dio el físico, ni siquiera se estacionó en la comodidad de la ventaja, sino que buscó liquidar el trámite. La Banda ofreció su mejor concierto de la temporada en el escenario más importante. 

Durante más de una hora, el team de Gallardo moldeó una actuación para el aplauso basada en aciertos estratégicos, brillantes rendimientos individuales, determinación y gol. En ese tramo, le hizo precio a Boca. Le estampó en las narices no solo una manera de jugar, sino de entender el partido. Le tatuó, una vez más, las diferencias de identidad. River es elite, no conformismo y festejar cualquier cosa. Uno salió a jugar. El otro a ver qué pasaba y a vender humo en el túnel.

Es cierto que el cansancio amagó con cobrar un impuesto demasiado caro sobre el final. Hubiese sido injusto. River exhibió aptitud y actitud. El enfrentamiento ante el rival de toda la vida permite prescindir del cómo en beneficio del fin, pero es hermoso cuando las diferencias son claras en estilo, en esa educación futbolera que diferencia al Más Grande de “ellos”. River venía mejorando desde lo individual y también desde los ajustes del entrenador. Nada mejor que ratificarlo en el superclásico.

Publicidad

Además, la victoria es fundamental desde una acuarela de aspectos esenciales en la recta final de la fase regular: la tabla de la zona, en la búsqueda de anclar la localía lo máximo posible; reforzar la cosecha en una tabla anual tramposa de apenas 32 jornadas para sellar boletos a las copas y, sobre todo, consolidar una ruta positiva en la línea de juego y el gol (déficit crónico hasta hace no mucho). 

Ese crecimiento es lo que impulsa la identidad. Y la entidad es lo que desbloquea obstáculos en circunstancias decisivas como las que se vienen. El fútbol es un estado de ánimo y no ganar este encuentro hubiera impactado (sin merecerlo) en este ítem.

MASTANTUONO Y ENZO PÉREZ: EL ESPÍRITU LIBRE Y EL PATRÓN DEL JUEGO

La perla de Mastantuono será indeleble en nuestras memorias y corazones. Desató el cero con una delicadeza y una precisión de orbefre. Ante quien pudiera tener dudas sobre el fútbol como experiencia artística, se recomienda apreciar ese tiro libre ¿El fútbol no te parece lindo? Tomá este golazo y decime que no es una belleza. Poesía en movimiento.

Publicidad

La joya de Franco no fue una casualidad. Esculpió varias así en inferiores. Ya es viral una ante Unión, en octava, hace apenas dos años. Sí, en octava. Y algo importante a la hora del análisis. River no encontró el gol de casualidad, más allá de tratarse de una expresión de talento individual. El diamante de Mastantuono fue una sublime posdata a un dominio territorial, conceptual y de posesión (posesión con valor agregado, no insulsa) que River venía marcándole a Boca desde el pitazo inicial.

Gallardo estableció en conferencia de prensa que la posición de Advíncula y Blanco desnudó las intenciones rivales. Es cierto, pero para que ese temor se convierta en beneficio es necesaria la producción propia. Y ahí fue determinante el trabajo de parabrisas que firmó Enzo Pérez para invitar a jugar a todos y también para diseñar la correcta distancia entre líneas. Ese Enzo Pérez es una escuela para Mastantuono en claridad y personalidad. El mendocino autografió otro superclásico de excelencia. Fue como un crupier de casino que brindó un tutorial sobre cómo repartir de memoria y que siempre ganara la casa. Ojalá el tiempo los hubiera juntado en River con un Enzo más joven. Lo que hubiera sido…

Un poco de contexto sobre Mastantuono. En estas columnas insistíamos con su titularidad no solo por el talento, sino por la mentalidad. Así como alertábamos (y alertamos) que evidenciará vaivenes y hasta quizás algún pozo en su rendimiento porque aún no cumplió 18 años, dábamos y damos cuenta de su casi nula relación con la duda. Hacerse cargo del tiro libre desde esa distancia y con esa complejidad, ante ese rival, por favor… Dimensionemos no solo la calidad de este pibe, sino su cabeza.

Publicidad

Franco es el eje creativo más representativo de la camiseta más pesada, al menos de Sudamérica. Lo hace con gracia y un alto nivel de eficacia en plena adolescencia. Y no se nota. River es una escuela que te exige aciertos, elegancia, comportamiento. El pibe tiene todo. A algunos les pasará de largo, pero cómo administró la prepoteada de Advíncula para llevárselo puesto y que lo expulsen sobre el final del partido también es para aplaudir ¿Pudo haberle dado el 3-1 a Colidio? Claro que sí, fue un error (como el de Driussi con Facundo en el primer tiempo), pero se insiste: aún no tiene 18 años. Y, seguramente, más allá de la victoria, ya estará trabajando en eso. Mastantuono también tiene en la mirada ese deseo de mejora constante. Ojo de Tigre.

Franco ya es el futbolista más joven en marcar un gol con El Manto Sagrado en un partido oficial. También cuenta con el récord en Copa Libertadores, con el registro histórico por la vía del tiro libre y ayer estampó su nombre y apellido como el jugador más joven en autografiar la red ante Boca. Un disparate total. Una colección deluxe. Vale la cláusula. Y más también. Ojalá que podamos disfrutarlo al menos un par de campañas más.

PEQUEÑOS GRANDES AJUSTES

River ejecutó una serie de pequeños ajustes que fueron vitales durante la primera etapa. Galoppo, que tenía como pista de despegue la izquierda de Enzo Pérez, muy rápidamente buscaba ganarle la espalda al mediocampista central rival (Delgado) y aparecer cerca de Driussi. Eso no ocurre cuando juegan Castaño y Simón, incluso Meza. Los tres mencionados son elementos que prefieren trasladar y moverse en corto a perforar la zona de fuego a través de un pique. Galoppo no precisa la pelota en sus pies para ser un suplemento ofensivo importante.

Publicidad

Ese movimiento del ex Banfield fue seguido, en varias ocasiones, de algo tan imperceptible como necesario. Cuando River elaboraba desde su derecha, Colidio se movía 5-10 metros desde el lateral para ser opción de pase para Mastantuono o Enzo Pérez, y la ruta izquierda quedaba libre para Acuña. Por eso vimos a Marcos escalar más de lo habitual. Cuando el juego nacía desde el lateral izquierdo de River, ahí si Colidio permanecía más cerca de la raya para ser receptor y posibilidad de pared o dos contra uno ante Advíncula. El movimiento de Galoppo descolocaba a Belmonte y River llegaba con mucha gente al área, por lo que la línea de 3-5 de Boca perdía sentido.

Esa articulación permitió, por caso, que Montiel fuera quien apareciera al lado de Driussi en el 2-1, como claro llegador, con Acuña, el otro lateral, también como pieza vital de la maniobra. Perdón si a alguien le molesta la insistencia: la ausencia de Simón es determinante para la mejora de River. Cualquier mediocampista a disposición ofrece más herramientas positivas a la estructura. Galoppo tiene más llegada al gol, Castaño mejor sentido colectivo y el resto más profundidad con y sin pelota. River se abanica mejor, llega con más gente, ofrece más amenazas. A veces, menos de algunos es más del equipo.

La sombra del primer tiempo se corporizó en un error individual que no hay que soslayar. Como citamos en la columna previa al superclásico, Gallardo no iba a tener una tarea sencilla a la hora de elegir el acompañante de Martínez Quarta ante la baja de Paulo Díaz. Y, lamentablemente, quedó claro: el nivel de Pezzella, físico y futbolístico, está lejos de la categoría que debe exhibir un central titular de River y de la trayectoria y los recursos de Germán. Uno se esperanza a partir de su personalidad, lo que le valió (y le vale) ser reconocido hasta hoy por Scaloni y sus compañeros de seleccionado, pero debe mejorar pronto.

Publicidad

En el ST, River pecó de ansioso en una hermosa maniobra colectiva que Driussi se apuró en definir. También en la citada jugada protagonizada por Mastantuono. A partir de ahí, el desgaste físico empezó a cobrar intereses. Era lógico. La salida de Montiel presuponía una preocupación alta no solo por lo que representa en el juego, sino por los intangibles que pone sobre el verde césped. Pero, en honor a la verdad, Bustos selló un buen partido ante el contexto. Escaló con criterio y se contagió del espíritu en la marca, especialmente en las disputas cuerpo a cuerpo. Sufrió cuando Meza debió recorrer más metros y el mediocampo se escalonó diferente.

A River lo perjudicaron las salidas de Driussi y Colidio, ambos extenuados. Minutos antes de los cambios, Gallardo había decidido que Mastantuono fuera una suerte de falso 9, idea que ensayó en sobre el final del encuentro contra Gimnasia. El movimiento de entrada y salida de Franco no estaba en el radar de Delgado, que siempre lo buscaba de frente o partiendo como 8-7 y ahora veía como en un pestañeo River le dibujaba un tríangulo con Mastantuono como posible finalizador y Colidio y Driussi cerca. Los centrales de Boca tampoco tenían referencias gracias a esa idea de Gallardo. Si River no hubiera arrastrado el viaje por Libertadores, creo que lo hubiera liquidado y claramente en ese momento. Boca estaba desorientado y sin capacidad de ajuste de parte de su DT.

Sin Driussi y Colidio, y sin Enzo Pérez, River perdió empatía en sociedades. Dejó de tener un mediocampista en el eje que agrupara líneas a partir del pase y la presión y Mastantuono careció de líneas de pase vertical. Incluso fue de punta con Borja. River pasó de achicar hacia adelante, o de parar a los centrales a 10-15 metros del círculo central, a esperar peligrosamente en la medialuna. 

Publicidad

Meza y Lanzini se vieron obligados a hacer la banda en una función y extensión de recorrido que afecta a sus características y físicos, por más que hayan entrado como relevos. Fue, quizás, el único “pero” desde la tiza y el pizarrón. Como decía el Maestro Johan Cruyff, “el fútbol es distancia”, y no es lo mismo para Meza manejarse en 30 metros que tener que perseguir 5 piques seguidos de Blanco durante 50, y luego contar con piernas y lucidez para crear. Pero era lógico por contexto y por el lastre del viaje a Ecuador.

ARMANI, GLORIOSA ETIQUETA RIVERPLATENSE

En ese tramo, surgió Armani. Es difícil, en un análisis integral, y aún con la admiración que me provocan próceres como Amadeo y Fillol, no situar al actual arquero de River en ese club, en esa fraternidad de glorias. No voy a jugar el juego de quién es el mejor o el más importante. Simplemente, digo que pertenece a esa raza, a esa especie de uno cada tantos años, a ese sector VIP, exclusivo. El Pulpo puso los candados y aseguró la felicidad. Merecía al menos este párrafo aparte.

CAMINO A LO IDEAL

En el cierre de la columna pasada, decíamos que nuestra impresión es que Gallardo está a 2-3 movimientos de encontrar una expresión (en nombres y funciones) que ofrezca más sonrisas que muecas de disgusto. Creo que arquero y línea de fondo están claras con Armani; Montiel, Martínez Quarta, Paulo Díaz y Acuña. Bienvenida sea la mayor resistencia física del ex Ferro. Respecto a los centrales, ayer fue un muy buen partido de Lucas, que a pesar de ser diestro conduce mejor cuando parte como segundo central. Hasta se anima más y arma mejor el cambio de frente, como el que le puso a Mastantuono en el primer tiempo para que el pibe definiera de cabeza. En ese sector se observó su mejor versión en su etapa anterior. Y en la función de 2, en dupla con David Martínez, vimos al mejor Paulo Díaz. Quizás es un detalle para tener en cuenta.

Publicidad

Mastantuono es tan indiscutible como el aire para respirar. Enzo Pérez es legado en vivo y en directo, con el insoslayable “pero” de la duración de su batería. Y eso es algo, sepan disculpar entre tanta alegría, que es saludable pensar en la victoria. Hay que admirarlo, pero también tenerlo en cuenta para no quejarnos ni sorprendernos si alguna vez debemos preguntarnos “quién, si no está él”. No podemos pedirle a Enzo 90 minutos de elite todo los partidos.

Los puntas viven de rachas como ningún otro eslabón del equipo, y River aún no encontró la combinación ideal para esa caja fuerte. Driussi y Colidio ofrecen un nivel técnico y de sensibilidad en el juego en corto que no tiene Borja, pero el colombiano posee características que, ante ciertos rivales, suelen ser mucho más adecuadas que las de Facundo y Sebastián. 

El primer acierto me parece ir cerrando a Colidio más veces por partido, y también a Mastantuono, para que convivan con el punta de turno y River llegue al área con más gente. Me gustaría ver más tiempo a la idea de Gallardo de Mastantuono como falso 9, fundamentalmente contra adversarios en desventaja que jueguen con un solo volante central. En ese caso, siempre con Driussi y Colidio. Creo que es una alternativa más que interesante.

Publicidad

El déficit sigue estando en esos dos volantes interiores que funcionen como ruedas de auxilio de Enzo Pérez, conectores con los laterales, nutran a Mastantuono o pisen el área. Valoramos lo que ofrece Castaño. No lo sobrevaloramos. El colombiano es inteligente y prolijo, pero su territorio de acción es reducido. Necesita pisar más el área rival y también la propia para que él y River den el salto de calidad imprescindible para conquistar objetivos internacionales. De lograrlo, será una pieza sustancial, pero debe ser más completo.

Galoppo olfatea el error rival. Cuenta con un sexto sentido para el gol, pero colecciona lesiones a una frecuencia muy poco aconsejable. Y ese es otro punto para tener en cuenta tras el éxito en el partido más lindo: la cantidad de lesiones… Otros mediocampistas no están en condiciones físicas de sostener todo el cotejo, o se vuelve complicado sumarlos a una alineación con Enzo Pérez porque sería exponer al mendocino a un sacrificio aún mayor. Creo que el desafío que le queda a Gallardo para terminar de armar el rompecabezas ideal permanece en las piezas de esa zona del campo. “Camino a lo ideal” es algo pretencioso en el fútbol actual, pero se entiende.

LO QUE VIENE

River despachó a Boca con las credenciales que nos gustan durante gran parte del partido. El dominio bajó cuando emergió el cansancio, pero se compensó con actitud. Se ha mejorado en el último mes y aún quedan varias cosas por corregir. La victoria del domingo fue trascendental porque este es un torneo con una estructura tramposa. Abraza a las rachas, puede darle posibilidades a quien no las mereció por mediocridad en la fase regular pero se iluminó en un día de playoffs y, a su vez, puede dejarte afuera injustamente la maldita mala suerte porque en los cruces no hay revancha.

Publicidad

Así como sostuvimos que River le tiene que rendir pleitesía al formato luego de su flojo arranque (de hecho a 2 fechas del final no tiene chances de salir primero en la zona), hoy debe pensar en ese último partido contra Vélez como vital para la clasificación a las copas. Son apenas 32 partidos, 9 menos que el año pasado. Ante el cuadro de Liniers llegaremos a la mitad de la temporada… Sí, ya la mitad de la temporada de cara a esa tabla.

Rumbo a la definición del torneo, el panorama es distinto al de hace 4-5 fechas. Hoy, River está en un lugar más acorde de acuerdo a su materia prima, tanto en la tabla, como en el juego y el espíritu. Ojalá el plus anímico que representa ganar el superclásico (y haberlo hecho de la manera que River jugó la primera hora) sean el combustible indispensable para que El Más Grande llegue a los playoffs como lo que debe por nombres, historia y también por funcionamiento: como candidato a ganar el torneo.

Consulta nuestras últimas novedades en Google News

Lee también
El representante de Juan Carlos Portillo reveló que tuvo otras ofertas y confesó por qué eligió River
Mercado de pases 2025

El representante de Juan Carlos Portillo reveló que tuvo otras ofertas y confesó por qué eligió River

La decisión de Gallardo con el plantel tras la goleada a Instituto
Copa de la Liga Profesional

La decisión de Gallardo con el plantel tras la goleada a Instituto

El panorama de Gallardo con el plantel: los juveniles rinden, ¿los refuerzos esperan afuera?
River Plate

El panorama de Gallardo con el plantel: los juveniles rinden, ¿los refuerzos esperan afuera?

"Costó mucho": los detalles de la llegada de Santiago Lencina a River
River Plate

"Costó mucho": los detalles de la llegada de Santiago Lencina a River

Recibe las últimas noticias en tu casilla de E-mail

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones

EL JUEGO COMPULSIVO ES PERJUDICIAL PARA VOS Y TU FAMILIA, Línea gratuita de orientación al jugador problemático: Buenos Aires Provincia 0800-444-4000, Buenos Aires Ciudad 0800-666-6006

Better Collective Logo