Benjamín Rollheiser se dio el gusto de tener su debut oficial en River después de haber jugado tres amistosos (le hizo un gol a Deportivo Guadalajara) en el lapso de un año y medio. Anoche le tocó ingresar a los 16 minutos del segundo tiempo en reemplazo de Julián Álvarez y fue decisivo para eliminar a Gimnasia y Esgrima (Mendoza).
El joven nacido el 24 de marzo de 2000 en Coronel Suárez, provincia de Buenos Aires, se ubicó como extremo derecho. Con el perfil invertido, teniendo en cuenta que es zurdo, generó riesgo permanentemente e inició la jugada del 1-0 parcial. Un remate suyo, a los 20 del complemento, fue desviado por la cabeza de Exequiel Palacios para vulnerar la resistencia del conjunto cuyano.
Rollheiser estuvo muy cerca de quedar libre. Hace unos meses tuvo una serie de cortocircuitos con la dirigencia y estaba decidido a marcharse después de seis años en el club de Núñez. Quedó relegado en la consideración tanto de Marcelo Gallardo como Facundo Villalba por esa negativa a renovar el contrato. Sin embargo, poco a poco se produjo acercamiento entre las partes hasta que se le realizó un vínculo hasta el 30 de junio de 2022.
Cuando estaba preparado para insertarse en el plantel profesional durante el año pasado, el atacante sufrió un problema lumbar que lo dejó varios meses inactivo. Hasta entonces había tenido su estreno extraoficial cuando entró a los 24 minutos del segundo tiempo en un amistoso que River perdió 2-1 ante Independiente Santa Fe, el 14 de enero de 2018.
Responsable de gestar el 1-0 parcial y aportarle una dinámica ofensiva diferente al equipo, Rollheiser se transformó en una de las figuras contra Gimnasia (Mendoza). Coronó su actuación con una enorme muestra de personalidad porque ejecutó el último penal de la serie para darle el 5-4 a River y lograr la clasificación a los octavos de final de la Copa Argentina. La espera valió la pena.