Mientras la frustración invade a los hinchas de River que estaban dispuestos a presenciar una fiesta deportiva en Núñez, la situación del estadio Monumental quedó solucionada. Luego de ser clausurado preventivamente, se abonó una fuerte multa económica, tal como anoche adelantó La Página Millonaria.
La dirigencia y varios empleados del club trabajaron a contratiempo para resolver los diferentes pasos burocráticos que implica la sanción aplicada por el Ministerio de Seguridad. De esa manera lograron resolver el asunto rápidamente para que la Conmebol nuevamente pueda organizar la final de la Copa Libertadores en la cancha de River.
Sin embargo, surge un interrogante, ¿se disputará el River-Boca? Por lo pronto, la zona de avenida del Libertador y Quinteros se encuentra sin operativo en marcha. Ayer, a la mañana, desde muy temprano los efectivos policiales ya estaban en ese lugar acompañados por un vallado. Hoy el panorama es muy distinto.
Cabe destacar que River pagó un operativo inicial de 1.300 policías y 900 miembros de seguridad privada. Una suerte de ejército en materia de prevención que no alcanzó para impedir la agresión al plantel de Boca a cinco cuadras del Monumental.