Mira la pantalla del celular dos veces y luego decide guardarlo en el bolsillo izquierdo de la bermuda de jean. Tal vez lo inquieta su futura paternidad, debido a que espera a su segunda hija para principios de junio y, como a todo padre, le preocupa el embarazo de su pareja. Sin embargo, Nicolás De La Cruz enseguida se mete de lleno en el diálogo con La Página Millonaria durante el soleado mediodía del miércoles en el predio de Ezeiza. Bien predispuesto para la charla, no exhibe impaciencia ni nada por el estilo durante los 19 minutos de conversación. Al contrario, se lo ve relajado, autocrítico en cuanto a su rendimiento en River, pero con la seguridad de que puede revertir la situación definitivamente -sus últimas dos actuaciones despertaron entusiasmo- y hasta suelto para hablar sobre cuestiones personales.

-¿Qué balance hacés de tu presente en River?
-Hoy puedo decir que me siento afianzado y adaptado a lo que es el mundo River, aunque obviamente no con los rendimientos que uno espera dentro de la cancha, pero siempre trabajando para mejorar y aprender.

-¿Te costó la adaptación? Más allá de algunas similitudes, el fútbol argentino es distinto al uruguayo.
-La verdad que me costó mucho porque si bien el fútbol uruguayo tiene similitudes con el argentino, a la hora del ritmo no es igual y me costó adaptarme a ese ritmo. Mis compañeros intentaron hacerlo lo más fácil posible, haciéndome sentir cómodo, pero luego tuve una lesión que me llevó un tiempo de recuperación (NdeR: el 21 de abril de 2018 se le realizó una artroscopía por un síndrome meniscal en la rodilla derecha) y después vino una pretemporada. Hoy me siento en posición de decir que estoy adaptado y esperando que siga teniendo partidos como el anterior.

-Mencionaste lo del rendimiento, ¿no estás del todo satisfecho con el balance en general más allá de que en los últimos partidos te tocó tener una buena tarea?
-La verdad es que te soy sincero, no estoy conforme con lo que ha sido mi rendimiento a lo que uno viene trabajando. Obviamente uno trabaja durante toda la semana para poder rendir bien el fin de semana, pero he tenido varios partidos en los cuales no me he sentido cómodo ni conforme con mi rendimiento, entonces uno siempre intenta ir por más y aprender. Tengo que seguir trabajando, enfocado en lo que es el laburo y aprender día a día del entrenador que tenemos.

-¿Qué explicación le encontrás a ese tema del rendimiento?
-El tema de la adaptación, el tema de la lesión. Obviamente que uno se siente conforme con lo que es la confianza del entrenador, el cuerpo técnico en sí y mis compañeros. Tener la confianza de tus compañeros te da la oportunidad y la confianza para seguir trabajando en el día a día y aprender de la clase de compañeros que uno tiene al lado. Después ya es parte de unotratar de resolver las situaciones dentro de la cancha.

-Más allá de que a veces te toca tener una acción buena o mala, siempre pedís la pelota, no tenés problemas con tu confianza.
-No, se trata de eso, de intentar: errar y volver a intentar, siempre intentar e ir para adelante. Eso es lo que el entrenador pide, la confianza que te da. Si uno no tuviera confianza, erra y ya no vuelve a pedir la pelota; cuando uno tiene la confianza y el respaldo que tiene de los compañeros y del cuerpo técnico, si errás, aunque uno no quiere errar, vas a intentar de vuelta para no cometer el mismo error y se va aprendiendo de eso.

-Gallardo justamente destacó tu rendimiento contra Vélez, habló de agarrar confianza, ¿tuvo alguna charla con vos en los momentos donde no se daban las cosas?
-Hemos tenido varias charlas durante este año y medio que llevo en el club. Algunos han surgido en el momento y otras fueron pactadas. Siempre sentí el respaldo del cuerpo técnico desde que llegué, entonces a mí me queda entrenar, enfocarme y tratar de rendir bien.

-¿Qué cosas le agregaste a tu juego desde que tenés como técnico a Gallardo? ¿Qué aprendiste?
-La verdad que fue un cambio importante de fútbol. En Liverpool sólo me tocó jugar 36 partidos porque he tenido bastantes lesiones, luego tuve el Sudamericano Sub 20, el Mundial Sub 20, entonces eso fue un cúmulo que me hizo jugar pocos partidos. Si te ponés a analizar, estuve dos años, entonces 36 partidos se ven como pocos. Ahí es un error de uno el hecho de jugar poco y lesionarse mucho. Eso fue lo que corregí porque me di cuenta que no me alcanzaba con el talento, entonces me tocó aprender a defender, a estar mejor posicionado, a ocupar mejor los espacios. Todo eso se va aprendiendo con el entrenador que tenemos.

-Decís que es un error el tema de las lesiones, ¿es un tema de alimentación o de cuidado personal? Cuando debutaste en Liverpool, eras un adolescente…
-Sí, viene por ahí. Cuando me tocó debutar, vivía solo, no tenía al sostén que es mi familia junto con mi señora y mi hija que son importantes. No los tenía a ellos, fueron muchas cosas que me vinieron de golpe, entonces uno por ahí peca de adolescente con el cuidado personal. Y eso es un error importante que después te pasa factura, como me pasó a mí.

-¿La paternidad te cambió la cabeza?
-La verdad que la paternidad me cambió mucho. Me hace ver las cosas de otra manera, me hace sentir un poco más maduro. Voy a ser padre de nuevo: otra nena, se viene en junio. Esperemos que nazca el día de mi cumpleaños, el 1° de junio. Está pactado para esos días.

-Jugaste de enganche clásico, de volante por derecha, por izquierda y hasta de extremo, ¿cuál es tu posición natural?
-Yo me siento cómodo por ambos lugares. Me siento cómodo como extremo por mi juego y por la velocidad, pero también puedo jugar como interno, eso lo aprendí acá. Cuando estaba en Uruguay, jugaba suelto arriba, me movía por donde caía la pelota y cuando llegué acá fui más posicional. Acá aprendí a hacer el rol defensivo, a centrarme cuando me tengo que centrar y abrirme cuando me tengo que abrir.

¿Cómo se toma la responsabilidad del retroceso para un jugador como vos que está más habituado a la creación? ¿Cómo lograron convencerte Gallardo y el cuerpo técnico?
-No sólo Gallardo y el cuerpo técnico, sino también mis compañeros porque es un contagio mutuo. Si ves cómo se desuelven tus compañeros para recuperar la pelota, uno se contagia y se aferra a esas cosas que son positivas para el equipo.

-Gallardo durante estos años de caracterizó por mostrarles videos a los jugadores de River sobre futbolistas reconocidos mundialmente para copiar determinados movimientos, ¿te mostró algún video?
-No, movimientos específicos de otro jugador al menos a mí no. Sí me ha mostrado videos míos sobre movimientos buenos y movimientos para corregir. Uno eso lo va aprendiendo porque son movimientos personales que hacemos en los entrenamientos y, si no salen bien, se vuelven a ver los videos y se vuelven a hacer para que a la hora del partido salgan con naturaleza.

-¿Qué te pide Gallardo cuando te toca ser enganche o volante por afuera?
-Dentro de la cancha decide uno. A la hora de defender, me pide ocupar un espacio tácticamente, pero uno es libre dentro de la cancha y ocupa un lugar según el partido. Gallardo te da la confianza a la hora de entrar y después tenemos una idea de juego que no vamos a cambiar porque nos ha dado resultados.

-A nivel oficial, hiciste ocho goles en Liverpool y en River uno, es decir que perdiste una cuota de gol, ¿a quémotivo se lo atribuís?
-La verdad que para mí el gol es secundario. Mientras al equipo le vaya bien y uno pueda hacer un buen papel para aportar, estoy conforme. Obviamente es lindo hacer un gol, pero tampoco es la prioridad. La prioridad es ganar, hacer un buen partido, tener buen desempeño y aportar desde donde me toque.

Nicolás De La Cruz jugó 36 partidos oficiales en Liverpool, donde hizo 8 goles

-Se habló de Banfield, de Pumas de UNAM, ¿tuviste alguna posibilidad para emigrar en el reciente mercado de pases?
-No estoy al tanto de esa situación, yo siempre estuve enfocado desde que empezó la pretemporada en quedarme acá y en ganarme un lugar. No era la imagen con la cual me quería ir porque uno es consciente de sus rendimientos, pero yo siempre sentí la confianza del cuerpo técnico, entonces me daba tranquilidad para seguir trabajando. Yo siempre trabajé para quedarme en este club porque cuando uno llega acá, no se quiere ir. Después uno tiene desafíos personales que cada uno quiere cumplir, pero estando acá uno siente el cariño y el calor de la gente, es difícil querer irse de acá.

-A veces en las redes sociales se te cuestiona a vos o algún otro jugador que después revirtió su situación, ¿te sucede eso?
-Es normal porque la gente quiere ver buen fútbol y buenos resultados, entonces uno es consciente de que no está dando buenos rendimientos, pero yo siempre soy consciente de que la gente siempre me brindó su apoyo en la calle. A mí lo único que me toca es rendir examen dentro de la cancha y aportarle a mis compañeros. Yo me siento conforme con la gente y el cariño que me brinda. Obviamente que en las redes sociales uno es libre de opinar lo que le gusta. Yo manejo mis redes sociales hasta ahí nomás, entonces no me meto mucho en el mundo de las redes sociales, simplemente me enfoco en trabajar día a día y aprender.

River tiene el 30% del pase de Nicolás De La Cruz, el resto es de Liverpool (U)

-Estuviste de vacaciones con tu hermano, Carlos Sánchez. Cuando él estuvo en River, alternaba partidos buenos y malos durante el inicio, se fue a préstamo, regresó y se potenció muchísimo justamente con Gallardo, ¿hablás de River con él? ¿Te aconseja?
-Hablé con él cuando llegué. A él le tocó llegar en un momento difícil del club, luego pudo disfrutar. Fueron vivencias con las cuales hoy me puede algún consejo para aprender y sentirme más tranquilo en el mundo River.

-¿Está el sueño de jugar juntos en River?
-El que tiene que venir ahora es él; en su momento el que tenía que venir era yo, ahora es él. Y si no es acá, ojalá que sea en otro lado porque el sueño de jugar juntos está por parte de los dos.

-¿Se dio esa charla?
-Siempre estuvo. Cuando era más chico, recuerdi que lo iba a ver en el primer equipo de Liverpool y soñaba con llegar rápido a Primera para compartirlo con él. Después a él le tocó salir, yo seguía haciendo la escalera de Inferiores; cuando él estaba acá, uno deseaba llegar acá para jugar con él y, obviamente, porque River es un club grande. Y después a él le tocó irse a México, así que yo deseaba irme a México para jugar con él; cuando llegué acá, decía “bueno, ahora vení vos”… Son cosas lindas que se hablan. Siempre intento aprender de él porque es un referente para mí.

Cuando jugaba en River, Sánchez recibió la visita de su hermano

-¿Cuál es tu objetivo en lo personal para este semestre de River?
-En lo personal es poder afianzarme en la titularidad. Espero tener esa chance de volver a ser titular, pero eso lo decide el entrenador y me lo tengo que ganar en los entrenamientos. Después obviamente tengo que aportar cada vez que me toque jugar cinco o diez minutos. Si me toca jugar, debo rendir y apoyar al equipo en lo que uno pueda. Mi desafío personal es poder afianzarme en el equipo, tener buenos rendimientos y conseguir cosas importantes.

-¿Ves alguna posibilidad de participar en la Copa América con la Selección de Uruguay? ¿Tuviste alguna charla o acercamiento con Oscar Tabárez?
-No he tenido ninguna charla con el Maestro. Soy consciente de que siempre sigue los pasos de aquellos jugadores que estuvimos en los procesos anteriores, y más con una campeona como la nuestra (NdeR: obtuvo el título en el Sudamericano Sub 20 del año 2017), pero yo estoy tranquilo e intento ganarme un lugar en River.

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