Una bomba inesperada sacudió al fútbol argentino. Juan Fernando Quintero va a ser nuevo jugador de Racing, aún cuando el propio protagonista había declarado a fines de mayo que en la Argentina solo jugaría en River. A las palabras se las lleva el viento y los jugadores trabajan por dinero, por eso este movimiento en el mercado de pases pegó de otra manera en los hinchas del Millonario.
Lejos de considerarlo una traición, en redes sociales hubo muchos simpatizantes que se mostraron dolidos por lo ocurrido. Porque no esperaban que Juanfer regresara al fútbol argentino (nadie se lo impide, obvio) y mucho menos para firmar en otro club grande. Racing tejió en silencio la negociación y lo cerró hasta diciembre de 2026.
¿Por qué Quintero no volvió a River?
Lo que todos se preguntan es por qué el Nalgón no regresó al Más Grande en este mercado sabiendo que estaba sin club después de rescindir su contrato con Junior de Barranquilla hace algunas semanas. Y la respuesta es sencilla: porque River jamás lo llamó.
Los dirigentes decidieron elegir otros caminos a la hora de reforzar al plantel (Colidio, Lanzini, Joaquín Pereyra, los nombres con los que “competiría” Juanfer) y para Demichelis nunca fue un jugador imprescindible, además de que su presente futbolístico no es bueno (más allá de su talento incuestionable) y de que Juanfer siempre quiso que River le compre el pase.
Por eso también llega a Racing, porque adquirirán el 100% de su ficha en U$S 3.600.000 y toda esa plata irá para el jugador, prorrateándose mensualmente en el contrato a largo plazo que tendrá con el equipo dirigido por Fernando Gago y con el cual podría enfrentar a Boca en cuartos de final de la Copa Libertadores si ambos avanzan.
¿Por qué Juanfer no se quedó en River a fines del año pasado?
En el medio de su estadía en River en 2022, Juanfer se declaró libre del club chino por incumplimiento salarial y hay un litigio legal que sigue su curso en FIFA y en el que se espera el colombiano reciba la derecha. Por ende, el Nalgón pasó a ser dueño de su propio pase, del 100% de sus derechos económicos, y al haber jugado el último año en Argentina, para el Banco Central es un residente fiscal argentino.
Las medidas vigentes del BCRA marcan la imposibilidad de girar divisas al exterior en concepto de compra de derechos económicos, por eso su sueldo debe ser depositado en una cuenta nacional y a valor de dólar oficial, algo que Juanfer no estuvo dispuesto a aceptar porque hubiera perdido más de la mitad de lo que pretendía cobrar.
Quintero había aceptado un contrato por tres años, hasta diciembre de 2025, y River estaba de acuerdo, pero la traba siempre fue cómo hacer para que el futbolista cobrara su sueldo al valor del dolar blue (o dólar billete, como se le dice vulgarmente). Se intentó un acuerdo con el Shenzhen para comprar su pase y que sean los chinos quienes depositen el dinero en el extranjero, pero tampoco hubo forma.
Estaba la alternativa de que River accediera a cotizar el pago de la compra de su pase con los valores del dólar blue del país, pero era una inversión que el club no estaba dispuesto a hacer ya que encarecería mucho el contrato y sentaría un precedente “peligroso” que obligaría, de cierta forma, a renegociar casi todos los vínculos del resto del plantel. Un ejemplo numérico para entender esta dificultad: por cada millón de dólares, que a River le costaría $ 174.500.000 si se toma en cuenta la cotización oficial, en diciembre de 2022 hubiera tenido que abonar $ 345.530.000.
¿Hubo responsabilidad tanto de River como de Juanfer? Obviamente que sí, pero a su vez hubo un problema macroeconómico que excedió hasta donde fuera que pudiera estirarse la dirigencia o lo que estuviera dispuesto a ceder el jugador. Un final abrupto (pero a la vez previsible por el contexto financiero) que duele y explica por qué uno de los jugadores más talentosos de la historia de River debió continuar su carrera en otra institución.