Contrario a lo que ocurre con el plantel profesional, que con sus altibajos está a un paso de clasificar a cuartos de final de la Copa de la Liga y de pelear por el título, la Reserva de River se despidió demasiado temprano de la Copa Proyección y quedó muchísimo más cerca del fondo de la tabla que de los puestos de clasificación a la próxima ronda.

En un torneo que lo encontró con más derrotas que victorias, el Millonario quedó en el puesto 11 de 14 con 12 unidades, a solo tres de Barracas Central que culminó en la última posición. No solo eso, sino que vio sin chances matemáticas de pasar a cuartos de final ¡cuatro fechas antes! de que terminara el torneo, algo sin precedentes en el último tiempo.

Tres victorias, tres empates y ocho derrotas, el saldo que dejó la Copa Proyección para River. Al momento de analizar el campeonato y encontrar explicaciones se desprenden varias aristas, la principal de ellas en torno a Marcelo Escudero, quien nunca pudo imprimirle un sello al equipo.

Hubo encuentros en los que River generó las chances necesarias para quedarse con los tres puntos o por lo menos para conseguir puntos, pero siempre los desacoples defensivos y la poca resistencia en mitad de cancha (el sector del campo de juego donde más flaqueó el plantel) lo terminaron dejando casi siempre con las manos vacías.

La Reserva cerró el año con una derrota 3-1 ante Instituto en condición de visitante.

El pésimo registro de local de River en Reserva

El River Camp, lejos de ser una fortaleza para el Más Grande a la hora de jugar de local, terminó siendo siendo todo lo contrario. Solo logró ganar un partido (2-0 ante Colón), empató el superclásico con Boca sin mucho juego pero repleto de ímpetu en el segundo tiempo y después perdió 5 partidos en los que solo marcó un gol.

Los cambios constantes de jugadores también atentaron contra el rendimiento del equipo. Por ejemplo, arrancó jugando con Talo Colletta (quien a fin de año queda libre), Axel Encinas y Alexis Araujo en la mitad de la cancha y terminó con Obregón, Serrago y Thiago Acosta en la derrota con Instituto.

Los centrales Álvarez y Zabala fueron de las pocas fijas que tuvo el equipo, aunque su nivel estuvo lejos de ser esperado. La irrupción goleadora de Diego Guallama sobre el final fue de lo poco positivo para rescatar. Y también pasaron cosas extrañas, como la aparición del lateral volante Enzo Aguirre en las últimas cuatro fechas.

¿Por qué extraño? Porque es categoría 2003 y tiene que firmar contrato en menos de un mes o se irá del club. O explotó demasiado tarde o la falta de respuestas dentro de la cancha llevó a Escudero a recurrir a jugadores que no estaban en la planificación.

Después de un semestre para el olvido, la continuidad de Marcelo Escudero no está asegurada y dependerá de la evaluación que haga Martín Demichelis en la pretemporada. Hermes Desio será el nuevo coordinador de las inferiores del Más Grande y eso podría implicar un cambio en la conducción de la Reserva.

Se barajan los nombres de Germán Lux, actual integrante del cuerpo técnico de Demichelis, y de Pablo Frontini, entrenador de reciente paso por San Martín de Tucumán. Por ahora son solo trascendidos, pero se vendrán semanas de decisiones en el Millonario en torno al 2024 de la Reserva.