Iker Muniaín podría ser el séptimo refuerzo de River en este mercado de pases 2024. El fuerte interés del jugador en llegar, el llamado de su representante al club, el viaje de Matías Patanián a España, la venta de Esequiel Barco y la no llegada de Luciano Rodríguez, y la obtención de la ciudadanía argentina de Paulo Díaz fueron los ítems que motorizaron el reflote de la negociación.
Sin embargo, todavía hay varios aspectos por pulir para que el futbolista cumpla su sueño de vestir el Manto Sagrado, y que River rompa el mercado con una incorporación europea. Falta una charla con Martín Demichelis, acordar el contrato de Muniaín, y resolver una cuestión reglamentaria que podría generarle al Millonario una complicación burocrática.
Es que con la citación a Paulo Díaz para que jure la bandera argentina, queda completado el trámite y en los próximos días el zaguero chileno recibirá la nacionalidad, dejando de ocupar un cupo de extranjero. Sin él, el Más Grande quedaría con cinco extranjeros: Sant’Anna, Boselli, Fonseca, Borja y Bareiro. El reglamento permite seis, aunque solo cinco puedan firmar planilla.
Hasta allí todo bien. Pero hay una salvedad: dos de los seis tienen que tener no menos de 10 partidos jugados con su selección nacional. Y sacando a Paulo, el único que cumple ese requisito es Borja. En la Mayor española, Muniaín tiene solo dos, y las presencias en selecciones juveniles no cuentan para este registro. Pero hay un antecedente favorable a River.
El antecedente que juega a favor de River si llega Muniaín
En 2019, Colón de Santa Fe tenía seis extranjeros y solo uno de ellos superaba los 10 partidos con su selección nacional. En ese entonces, AFA hizo una excepción y tomó como válidas todas las veces que el jugador colombiano Guillermo Celis firmó planilla, y no solo las seis en las que sumó minutos.
Amparado en la jurisprudencia, River podría solicitar esa excepción Adam Bareiro, quien lleva nueve encuentros en Paraguay y una convocatoria a un partido contra Rusia que finalmente no se jugó. Incluso, FIFA contabilizaría ese encuentro frustrado. Otra excepcionalidad podría ser la inminente llegada del delantero a la cifra requerida en la próxima fecha FIFA (en caso de ser citado, claro está) y que en AFA contemplen esa situación.