La carta de gol de River cortó con una sequía molesta y lo hizo abriendo un partido complicado con un remate magnífico. Retrocedió, peleó, se asoció y fue la gran figura del triunfo sobre Instituto.
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Tal vez su cuota de culpa no era tan grande. Es que River no venía generando un fútbol de alto vuelo y él lo padecía. Sin embargo, para todo delantero, atravesar una sequía goleadora no es algo menor. Y mucho menos para un amante del gol como Lucas Alario.
Afortunadamente, ese camino sin gritos llegó a su fin con un festejo más que importante. Es que se moría el primer tiempo del duelo ante Instituto y River no jugaba nada bien y se encontraba con un hombre menos por la expulsión de Gonzalo Martínez. Pero volvió el mejor Alario.
Tras una buena intervención de Nacho Fernández y una maniobra de distracción de Ignacio Scocco, el esférico quedó a merced de Alario, que, decidido a volver a ser, lo impactó con furia y precisión para romper el arco del conjunto cordobés. 1-0 para River.
Pero la gran actuación del delantero no se sintetizó en esa conquista. Alario se dejó ver transitando por distintos sectores del campo de juego, a tal punto que pareció multiplicarse y tener un par de clones en la cancha.
El Pipa ofreció un despliegue encomiable en el que retrocedió repetidamente para encontrar sociedades y generar juego. Además se cansó de pelear y de pivotear para que sus compañeros saquen provecho de ello. Un rendimiento notable que lo transformó en la figura de la clasificación.
+ El partido de Alario:
+ JUGADOR X JUGADOR. Los puntajes del triunfo sobre Instituto.
+ LOS GOLES. Reviví los tantos de la goleada Millonaria.
+ LAS FOTOS. Todas las imágenes de la clasificación de River.