(Paraná – Enviado especial) Cuando la campana estaba a punto de sonar, River se encontró el triunfo impensado gracias a una serie de rebotes que culminó con el gol en contra de Balboa. Sin jugar bien, además de tener a Armani como figura excluyente, el Millonario venció 1-0 a Patronato y cortó una racha de seis caídas consecutivas en condición de visitante por la Superliga. De esa manera, llegará bien anímicamente al Superclásico.
Era otra noche para el olvido, otro partido con muy poco para rescatar. Sin embargo, River se llevó los tres puntos de una de las canchas más difíciles del fútbol argentino cuando la igualdad en cero ya estaba por formalizarse. Es que el octavo y último tiro de esquina en favor del Más Grande sirvió para que una sucesión de acciones dentro del área chica provocaran el accidentado gol en contra del delantero Adrián Balboa e inmediatamente un festejo entre tanta desilusión de la gente de Patronato luego de sufrir la excelente actuación de Franco Armani, la gran figura en Paraná.
La suerte, o el nombre que cada uno quiera ponerle, estuvo del lado de River. Normalmente, una producción como la de esta noche hubiera terminado en un empate generoso y, siendo realistas, en un traspié. Ni una ni otra, el Millonario se llevó el premio mayor porque tuvo perseverancia – cualidad para resaltar- en en los segundos finales como consecuencia de un tiro libre veloz de Gonzalo Martínez, un zurdazo de Ignacio Fernández que derivó en un córner y la ejecución del mismo para ese flipper que causó el inesperado tanto. Aunque, es justo mencionarlo, Armani fue el héroe en el triunfo del conjunto de Núñez.
El arquero proveniente de Atlético Nacional se lució con varios rechazos de puño, salidas veloces y, sobre todo, cuatro atajadas durante la segunda parte, una de ellas digna de lograr la clasificación directa al especial que TyC Sports presenta cada 24 de diciembre. Es que tras un tiro de esquina desde la derecha, le negó el grito a Balboa después de un derechazo a quemarropa, muy cerca del arco. Lo lógico era que ese disparo concluyera en festejo local, pero ese gran refuerzo que trajo River sostuvo la paridad en el resultado y, de paso, nos despertó el entusiasmo de cara al Superclásico del próximo miércoles.
¿Lo demás? Otro pobre rendimiento de River tanto a nivel colectivo como individual en líneas generales. Más allá de un comienzo para la esperanza a raíz de la agresividad para presionar y cierta lucidez inicial en el manejo de la pelota, sumado a la pegada de Juan Fernando Quintero -de mayor a menor, y lejos del área en varios momentos-, el equipo careció de vuelo futbolístico. Una muestra de ello es que tardó 80 minutos en rematar dentro del área rival. Hasta entonces, la búsqueda fue desde afuera mediante el mencionado Quintero y el siempre voluntarioso Rodrigo Mora, quien sigue ganando terreno.
Entre el calor, la humedad, el desgaste realizado al principio, el crecimiento de Patronato y el flojo desempeño de varios jugadores, con Bruno Zuculini a la cabeza y otra versión insuficiente de Enzo Pérez, River se diluyó. Dejó de merodear el arco rival para caer en la intrascendencia que tanta preocupación genera. Aun así, tuvo a un Armani brillante y algunas apariciones eventuales que le dieron vida hasta el final para quedarse con un triunfo que cortó seis caídas al hilo como visitante en la Superliga y una racha de 10 encuentros sin ganar en territorio ajeno a nivel oficial, incluyendo la Copa Libertadores. Así, pese a jugar mal, el Millonario llegará con una inyección anímica a la Supercopa Argentina.
+ GOL: por este blooper del equipo entrerriano, La Banda se llevó los tres puntos.
+ ARMANI: ¡Volvé a mirar la tremenda atajada ante Patronato!
+ SÍNTESIS: los números de la victoria.
+ JUGADOR X JUGADOR: los puntajes de River en Paraná.