La determinación tomada por la Comisión Directiva de River en conjunto con el cuerpo técnico y el plantel profesional sacudió al ambiente futbolístico y escaló hasta las más altas esferas del gobierno nacional. El club comunicó que no se presentará a disputar el partido de la primera fecha de la Copa de la Superliga y enseguida recibió la respuesta de la Superliga: en una nota firmada por Marcelo Tinelli, le informó que será pasible de sanción si no se disputa ese encuentro. Desde la otra vereda, mientras los jugadores de Atlético Tucumán se mostraron de acuerdo con la postura de River (incluso su capitán Cristian Lucchetti manifestó que ellos tampoco quieren jugar el partido), el club tucumano también emitió un comunicado en el que informó que esta tarde se presentará en el Monumental para disputar el encuentro.
¿Qué ocurrirá entonces por la tarde? Tanto el árbitro como el plantel tucumano llegarán al Monumental acompañados por escribanos públicos que constatarán que el estadio se encuentra cerrado, por lo cual no pueden ingresar a cumplir con su trabajo. Está será la formalidad que deberán llevar a cabo para que luego la Superliga determine la sanción. En principio, River sufrirá la pérdida de tres puntos según indica el reglamento, pero también podría caberle una multa económica, además de facturas políticas que nunca se saben el alcance que pueden tener.
Mientras tanto, los jugadores de River ya descansan en sus casas: el viernes por la noche, luego de emitido el comunicando por el club, cenaron en la concentración y fueron licenciados por tiempo indeterminado. La misma decisión pesa sobre todos los empleados del River y el resto de los deportistas, a los cuales se les informó que no seguirán trabajando ni compitiendo hasta nuevo aviso.