“El amor puede más”, dicta una de las frases más famosas de una de las canciones más conocidas de Rodrigo, el cantante cordobés que perdió la vida hace más de dos décadas. Y esas palabras pueden graficar de manera perfecta el sentimiento de Sebastián Driussi durante todo lo que lleva transcurrido este 2021. El delantero se desvive por volver al club que lo vio nacer, y está haciendo todo lo posible desde lo verbal y desde su accionar para que eso suceda más pronto que tarde.
Desde comienzos de año Seba mantiene un diálogo permanente con Marcelo Gallardo, quien espera con brazos abiertos al atacante de 25 años teniendo en cuenta además la inminente partida de Rafael Borré en junio próximo. El Muñeco confesó que hubo tratativas muy serias con el Zenit para poder traerlo a préstamo en enero pasado, y además la situación futbolística con el equipo ruso parece no tener marcha atrás, ya que Driussi no es tenido en cuenta desde hace varios partidos, donde ni siquiera formó parte del banco de suplentes.
Y si a todo aquello se le suman las declaraciones sin ningún tipo de tapujo del futbolista en los últimos tiempos, demostrando todas sus ganas de volver a vestir la banda roja, se provoca una combinación explosiva que dejan muy en claro sus intenciones. “En junio vuelvo”, escribió Sebastián en las últimas horas en el marco de una de sus transmisiones vía Twitch. Sumado a que a mediados del año pasado había manifestado cual era el máximo deseo de su carrera.”Soy fanático de River. Quiero volver y ser ídolo del club. Es una meta que tengo. Volver a ganar una Libertadores con más participación de la que tuve en 2015, y también un torneo local. Ojalá que se me pueda dar”, habían sido sus palabras.
Driussi nació el 9 de febrero de 1996, y llegó al club con tan solo 9 años. Siempre se destacó en las categorías de las Divisiones Inferiores, y hasta fue el goleador del Mundial de Clubes 2013, donde River además fue campeón. Y en diciembre de ese año también llegó su debut en Primera División, en una carrera profesional con River que contempló 107 partidos oficiales y 28 goles con la banda roja. Además fue partícipe de ochovueltas olímpicas con el club, cincode ellas de carácter internacional. A mediados del 2017, la suculenta oferta del Zenit de 15 millones de dólares resultó irresistible para él y para las arcas de River, y de común acuerdo se llevó adelante la transferencia.
Después de dos primeros años con mucha continuidad y trascendencia dentro del equipo, en las últimas temporadas fue decreciendo su participación y los rendimientos fueron mermando, hasta llegar a este presente donde por primera vez en su estadía en Rusia no forma parte de ninguna lista de convocados semana a semana. “La Cerda”, como lo apodan muchos de sus compañeros de plantel que tuvo en River, está a un pasito de reencontrarse con el Muñeco y con el club que le revoluciona sus sentidos de pies a cabeza. Su camino para convertirse en un gran ídolo a futuro puede dar su primer gran paso en los próximos meses, lisa y llanamente porque el amor puede más.