La pandemiapor Covid-19 complicó al mundo entero. Y el fútbol estuvo parado durante muchísimo tiempo. Pero para los hinchas de River resultó eterno. Luego de seis meses y seis días, los hinchas pudieron volver aver al Más Grande en un partido oficial. Esta tarde-noche, en Brasil, visitó a San Pablo por la tercera fechadel Grupo D de la Copa Libertadores 2020.
El equipo de Marcelo Gallardo tuvouna parada muy difícil, ya que se debía enfrentar a un rival que venía de tener mucha competencia.Precisamente, elelenco brasileño-marcha en la tercera posición del Brasileirao- venía dedisputar14 encuentros (obtuvo 7 victorias, 5 empates y sufrió dos derrotas).
En cambio, el Millonario teníatan sólo algunas semanas de entrenamientos en el predio de Ezeiza y no pudo jugar ni un solo encuentro oficial, por lo que para los hinchas resultaba una incógnita saber con qué equipo se iba a encontrar en el Morumbí. Sin embargo, y de acuerdo a lo que se pudo ver en los primeros minutos, el duelo se presentó parejo.
Los locales tuvieron la primera acción del encuentro con un remate de media distancia, por parte de Hernanes. Franco Armani respondió de muy buena manera y envió el disparo al córner. Pero La Banda intentó reaccionar, tratando de imponer su juegoy recurriendo al fútbol que tanto lo identifica, con mucha movilidad de pelota y de posición.
De todos modos, y de manera inesperada, San Pablo se encontró con la ventaja con un gol insólito. Reinaldo metió una volea, la pelota dio en el pecho de Enzo Pérez, luego en el palo y finalmente ingresó en el arco de Armani. Si bien fue muy sorpresivo, River intentó reaccionar con un remate de media distancia de Julián Álvarez.
El elenco de Gallardo mostró carácter y buscó la forma de romper la línea defensiva de San Pablo, que se paró bien, aunque también se animó a ir a buscarlo. Y el Millo lo encontró. ¿Cómo? Con una gran triangulación entre Álvarez, Nacho Fernández y una finalización de Rafael Borré. Tras un gran pase de Cerebro, el colombiano la empujó y estampó el 1-1.
San Pablo se vio obligado a mostrarse en una posición más ofensiva por ejercer la localía, aunque no lo hizo de manera ordenada. Tuvo algunos pasajes de buen fútbol; mientras que River intentó estar atento a las pocas -aunque rápidas- llegadas del elenco brasileño. El partido se tornó de ida y vuelta, y La Banda estuvo a la altura de las circunstancias.
En la segunda parte, el duelo se planchó un poco. No hubo demasiadas aproximaciones en los arcos de Armani y Tiago Luis Volpi.Pero sí mucha lucha en un campo de juego que realmente estuvo rápido y difícil por la lluvia que cayó durante varios minutos.
Fue a los 60 minutos cuando Marcelo Gallardo metió mano en el banco de suplentes y decidió poner a Jorge Carrascal en lugar de Matías Suárez, que quemó motores durante una buena parte del primer tiempo. El colombiano ingresó de buena manera y causó peligro cada vez que tuvo la oportunidad de estar en contacto con la pelota.
Y cuando todo parecía que terminaría en un 1-1, a los 80 minutos, Lucas Martínez Quarta -de gran papel- primereó una pelota en el borde del área grande de San Pablo y tocó con Julián Álvarez. La ‘Araña’que apuntó al arco y fulminó al arquero Tiago Volpi.
Aun así, y a pesar del gran esfuerzo que el equipo realizó, River no pudo cerrar el partido con un broche de oro. Es que, a los 83 minutos y tras un desborde, Fabrizio Angileri se llevó puesta una pelota y los locales volvieron a convertir con un gol fortuito como así también insólito.
El encuentro en Brasil dejó una conclusión para Marcelo Gallardo y el Mundo River: el equipo casi no sintió la falta de ritmo por el largo parate de fútbol debido a la pandemia por Covid-19 y estuvo a la altura de las circunstancias ante un rival que venía con mucho ritmo y competencia.
Punto valioso, que sirve para soñar en la Copa y a creer en este grupo tan comprometido. A pensar en Deportivo Binacional, rival que La Banda enfrentará el próximo martes 22 de septiembre en Perú. ¡Vamos, Millonario!
¡Seguí el minuto a minuto del partido!