El Más Grande exhibió un rendimiento demasiado pobre en todas las líneas y perdió fácilmente 0-2 contra Newell’s. Así concluyó el Campeonato 2014 con apenas cuatro de los últimos 15 puntos y se despidió sin pelear por el título, pese a que fue protagonista en la primera mitad del certamen.

Tan sólo restan 38 días para el estreno de River en Japón. Allí jugará gracias a su exitoso y vigente nivel internacional, debido a que obtuvo la Copa Libertadores después de reinsertarse definitivamente hace 11 meses en el plano continental. Sin embargo, el balance es distinto en el ámbito doméstico. A raíz del desgaste lógico y 100% justificado por la estrategia empleada para apuntar los cañones exitosamente a la conquista de América, el desempeño bajó de forma tan inexorable como progresivo dentro del país hasta desembocar en este cierre opaco.

Hoy por la tarde, en el Monumental, River se despidió -ojalá que tenga una presentación más en la Sudamericana- del Campeonato 2015. Fue sin éxito. Cayó por dos goles frente a Newell’s Old Boys. Exhibió un rendimiento pobre. Amén del 4-3-3 ambicioso en los papeles, River apenas remató una vez durante la etapa inicial. Apostó a la tenencia del balón y las sociedades, aunque centralizó de manera excesiva. No profundizó por los costados. Estuvo impreciso, desprolijo, pese a que presentó un equipo suplente con varios juveniles entre titulares y sustitutos.

La primera parte dejó como saldo varios bostezos. Si bien es cierto que el desarrollo se interrumpió muy poco por infracciones, entre el calor y la ola de imprecisiones, el partido careció de suficientes momentos sobresalientes. En ese contexto, River dependió de acciones individuales o sociedades de pequeña duración, mientras que del otro lado Lucas Boyé, con una tarea prácticamente desconocida en Núñez, inquietó cuando se asoció a Mauricio Tevez, responsable de exigir a Julio Chiarini mediante un remate desde media distancia.

Los cambios de Marcelo Gallardo para afrontar el complemento tampoco surtieron demasiado efecto. Exequiel Palacios brindó participaciones interesantes, aun con ciertas intermitencias, e incluso tuvo la chance de abrir la cuenta cuando un derechazo suyo se fue apenas elevado, tras un desborde de Leonel Vangioni, cuya vuelta fue correcta. La búsqueda de River fue sin éxito en los metros finales. El cerrojo rival, sumado a la impericia propia, hicieron imposible lastimar. En cambio, Newell’s desequilibró cuando Denis Rodríguez desbordó y Maxi Rodríguez resolvió con el arco de frente.

La búsqueda, a través de algunos centros cruzados de Tabaré Viudez fue insuficiente. Abel Casquete, que ingresó por Javier Saviola -bien en el circuito, pero pudo rematar- apareció en cuentagotas, mientras que las corridas de Camilo Mayada y la perseverancia de Rodrigo Mora tampoco alcanzaron. La Lepra no perdonó: otro envío de Denis Rodríguez y volea impresionante de Ignacio Scocco: 0-2 definitivo. Los debuts de Lautaro Arellano y Luis Olivera, además del mencionado Palacios, para el registro estadístico. El nivel de River, flojo. Muy flojo. Ahora, a pensar en Huracán y Japón.

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