El partido es considerado como una de las últimas oportunidades para ver un enfrentamiento entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. El evento organizado por el estado árabe marcó el regreso de Marcelo Gallardo, que vuelve a dirigir luego de su reciente salida de River Plate. El partido es una excusa perfecta para ver y disfrutar del talento de Neymar Jr. y Kylian Mbappé. Sin embargo, en los primeros minutos del juego los hinchas que asistieron al estadio se volvieron locos con los lujos de Gonzalo Martínez.
El Pity jugó desde el arranque en el equipo dirigido por Marcelo Gallardo y fue uno de los jugadores más activos en el Riyadh Season Team, el combinado que reúne a los mejores hombres del Al-Nassr (allí juega el ex River) y Al Hilal. Volcado sobre el sector derecho del ataque, Gonzalo Martínez fue protagonista a los 4 minutos de un tremendo contra Neymar Jr. que despertó la ovación del público. Fue su primera gran intervención en el partido.
Unos minutos más tarde, el Pity volvió a ser protagonista de otro lujo. Esta vez, en posición defensiva. El 10 del equipo del Muñeco le ganó el mano a mano a Juan Bernat y salió desde el fondo con un taco que generó sonrisas y la aprobación general. Claro que Gonzalo Martínez no se conformó sólo con eso y fue por más: a los 34 minutos Keylor Navas salió con los puños a despejar un centro y terminó impactando contra el rostro de Cristiano Ronaldo. El juez sancionó penal y el ex River le pidió la pelota a CR7 para ejecutar la pena máxima, pero no tuvo suerte.
Unos minutos más tarde, el Pity fue otra vez protagonista de una de las incidencias del juego. En una de las tantas contras que tuvo el elenco del Muñeco, el Pity encabezó una corrida tremenda y Hakimi lo bajó con falta durísima. La jugada siguió y cuando se escapaba Al Dawsari para el gol, Juan Bernat lo derribó desde atrás. El árbitro no dudó y le sacó la tarjeta roja de manera directa. El PSG se quedó con diez y más allá de haber aumentado el marcador a través de Marquinhos, CR7 volvió a igualar el juego en un primer tiempo vibrante, que tuvo a Gonzalo Martínez como gran protagonista.