Con la revancha en la mira, Gallardo paró en Orlando un equipo con cinco mediocampistas, para que, a través de la tenencia de pelota, puedan rodear a Alario y llegar con asiduidad al área rival.
River necesita renovarse para seguir siendo de lo mejor del continente. Marcelo Gallardo lo sabe y por eso analiza nuevas variantes tácticas, con el objetivo de tener alternativas para ganar los partidos.
En Orlando, el Muñeco sorprendió con el 4-1-4-1, un dibujo táctico que cada vez tiene más chances de ser el elegido para recibir a Guaraní el próximo martes, por la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores.
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La idea del entrenador es que Leonardo Ponzio esté apenas por delante de los defensores y que el cuarteto Fernández-Pérez-Rojas-Martínez, todos de buen pie, monopolice la tenencia de pelota para abastecer a Lucas Alario.
El objetivo es, mediante paciencia y a puro toque, llegar con mucha gente al área rival -sobre todo, con Enzo Pérez- y tener más opciones a la hora de definir los partidos.
Claro que, como toda nueva estrategia, llevará tiempo y trabajo perfeccionarla. Sin embargo, Gallardo parece haber elegido en la pretemporada el esquema con el que tratará, una vez más, de mantener a River en lo más alto.
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