El brasileño sigue lesionado y no se sabe si se recuperará para el partido decisivo del Mundial de Clubes, aunque no se lo perderá. Es el título que le falta, tras caer en la final de 2011, paradójicamente, ante Barcelona.
Neymar puede ostentar más de 250 goles y 14 títulos entre clubes y Selección de Brasil con sólo 23 años. Pero el crack de Barcelona tiene una cuenta pendiente y ser ser campeón del mundo.
Jugó una final, en 2011, con Santos, pero el resultado fue catastrófico: cayó 4 a 0 contra el equipo al que hoy defiende. Y está decidido a ganar el título, por lo que no se perderá la final pese a estar lesionado.
“Va a jugar aunque sea cinco minutos. Él quiere ser campeón y, principalmente, quiere que el Barcelona gane. Y, evidentemente, si puede ser dentro del campo, mucho mejor para todos”, remarcó su padre.
No pudo confirmar que estará totalmente recuperado, pero -suponiendo que Barcelona cumplirá y pasará a la final- el domingo jugará sí o sí. Por eso no arriesgará el jueves y se perderá la semifinal ante Guangzhou Evergrande.
“No, seguro que no jugará. Si llega, va a ser para la final. Teníamos un plazo de recuperación de una semana, diez días y vamos a tener que esperar a que se cumpla este tiempo. No podemos pensar sólo en el título mundial, pero que la gente esté tranquilo Neymar va a estar apto para jugar la final. Estoy seguro de ello”, finalizó.
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